Camarada llamarada por Carolina Escarrá Gil|Pueblos contra el imperialismo (Opinión)

Al leer las resoluciones del “Tribunal Permanente de los Pueblos contra la guerra imperialista y la Otan”, veo cómo desglosan en un documento muy interesante los conflictos de mayor envergadura en la actualidad, de carácter geográfico y de importancia para el imperialismo estadounidense, como lo son Venezuela-América Latina, Palestina-Medio Oriente, y Ucrania-Europa del Este; partiendo de un principio fundamental metodológico según el cual, para crear la ficción de Estados fallidos, el imperialismo construye al enemigo a través de la criminalización, utilizando justificaciones como la crisis humanitaria, colocando a los países en las listas negras de tráfico de drogas, de derechos humanos, o de ayuda al terrorismo por ejemplo; luego debilita al enemigo a través del aislamiento, con decretos de sanciones y bloqueos, llamados a pronunciamientos internacionales para condenar situaciones determinadas que ellos mismos han creado; y posteriormente, destruye al enemigo y lo somete a su sistema de dominación, frente a lo cual surgen los organismos financieros creados para la “reconstrucción” de aquello que ya fue hecho pedazos.

En el trasfondo de todos estos conflictos mencionados y otros que quizás en la mediática internacional no parecen tan emblemáticos pero sufren la aplicación de la misma metodología se encuentran Estados Unidos y sus intereses propios del Complejo Militar-Industrial-Financiero-Internacional; intereses que normalmente impone a través del uso de la fuerza militar, con mas de 700 bases militares apostadas a lo largo del mundo, con un presupuesto militar del 41% del total mundial y con la primacía sobre los países de la OTAN; o bien a través de la dominación económica, cultural y política con acciones desestabilizadoras e injerencistas, guerras económicas y mediáticas, así como golpes de Estado blandos en muchos países.

Pero el imperialismo estadounidense no cabalga solo, cuenta con el apoyo de los grandes imperialistas de otrora que son sus aliados estratégicos muchas veces en las sombras, como el caso de Gran Bretaña, el Estado sionista de Israel con el que posee una relación simbiótica, además de algunos países de la Unión Europea, como Francia y España, con los cuales comparte intereses fundamentalmente financieros y geopolíticos, para contener a países como Rusia, o la Siria panarabista de Bashar Al Assad, así como a todo aquel que se oponga a su sistema de dominación.

T/ Carolina Escarrá Gil
cescarragil@gmail.com
Caracas