Puerto Rico está en riesgo de crisis humanitaria y Trump niega ayuda

En Puerto Rico se intensifica el drama ocasionado por el huracán María

Los medios de la isla resaltan que la ayuda estadounidense es mínima y el gobernador local le recuerda a Trump que Puerto Rica “es parte de Estados Unidos”

_________________________________________________________________________

El paso del huracán María por Puerto Rico ha significado una tragedia que se magnifica ante la indiferencia de la potencia colonialista por colaborar para sacar adelante la isla. El gobernado Ricardo Roselló lanzó una desesperada alarma a las autoridades imperiales: “Si no queremos provocar una situación de crisis humanitaria en Estados Unidos, tenemos que tomar acción inmediata”, expresó durante una rueda de prensa en San Juan.

Crisis humanitaria, la misma razón que esgrime Trump para agredir a otros países, es lo que teme la gran mayoría de los puertorriqueños, desamparados a su suerte, a pesar de que el gobernador Roselló le recuerda a la Casa Blanca que “Puerto Rico es parte de Estados Unidos. Tenemos que tomar rápida acción”.

“Si queremos evitar que un éxodo masivo se provoque, tenemos que actuar”, dijo Roselló en un desesperado llamado. Al menos 16 personas murieron como consecuencia del paso de María el pasado 20 de septiembre. Una semana después, el pueblo de Borinquen sufre la tragedia del desamparo: escasez de alimentos y gasolina, además de la ausencia de telecomunicaciones, servicio eléctrico y agua potable en gran parte del país. Una realidad de la que dan cuenta pocos medios, Puerto Rico se ha vuelto invisible.

El diario Primera Hora de San Juan relata que continúan poblaciones aisladas. Informan que en la población de Yabucoa, la primera tocada por María, docenas de personas se congregaron para bañarse y lavar ropa, mientras protestaban por la falta de ayuda. Advierten también que “la gente recoge agua de pozos y arroyos, despeja carreteras y repara sus casas cuando no espera en filas que duran un día entero para conseguir combustible”. Para la mayoría, el único indicio visible de autoridad son policías que dirigen el tráfico, un servicio clave porque los semáforos han dejado de funcionar en toda la isla.

Tal parece que en Washington solo le preocupa que la isla pague sus “deudas”. Puerto Rico ya se encontraba en quiebra antes del paso del huracán, sus finanzas están intervenidas por funcionarios de la Reserva Federal, quienes son los que disponen de cada peso que se gasta en la isla. Además con el drama de su “estatus” sui géneris de Estado Libre Asociado, una condición que los coloca como una colonia que carece de derechos establecidos. La respuesta de Trump ha sido precisamente reclamar el pago de las deudas justo en medio de la tragedia borincana.

TRUMP: ESTÁN EN GRAVES PROBLEMAS

El Mandatario estadounidense apenas se ha referido a la situación de Puerto Rico en su cuenta de Twitter. El pasado 25 de septiembre culpó a la isla de su propia tragedia y reclamó el pago de deudas: “Texas y Florida están reaccionando bien, pero Puerto Rico, que ya estaba sufriendo de una infraestructura insuficiente y una gigantesca deuda, está en graves problemas”, dijo el magnate.

“Puerto Rico, que ya estaba sufriendo por una infraestructura rota y una deuda enorme, está en graves problemas. Su vieja red eléctrica, que estaba en terribles condiciones, está devastada. Gran parte de la isla está destruida, con miles de millones de dólares adeudados a Wall Street y a los bancos, algo con lo que tristemente se debe lidiar. Los alimentos, el agua y las medicinas son la prioridad -y están funcionando”, señaló de forma cínica Donald Trump. Estados Unidos ha hecho pedazos a Borinquen y según la prensa local no hay ni alimentos ni agua suficiente para la población.

Ante la Cámara de Representantes, el congresista Luis Gutiérrez pidió ayuda financiera para atender las afectaciones causadas por María: “Las necesidades inmediatas deben ser satisfechas: agua, alimentos, medicamentos, refugio y combustible. Pero necesitaremos inversión sostenida y cooperación con el gobierno de la isla y su pueblo para hacer que Puerto Rico sea nuevamente un sitio en condiciones para vivir”.

Por su parte la congresista Nydia Velázquez (Nueva York) dijo que “Si (Trump) no toma esta emergencia con seriedad, este va a ser su Katrina. Puerto Rico merece más”. Señaló que la ofendía e insultaba que Trump mencionara el tema de la deuda de Puerto Rico como si fuese un condicionante para su ayuda.

El congresista Joseph Crowley (Nueva York) denunció que en vez de dedicarse a advertir a la opinión pública sobre la crisis de Puerto Rico, el presidente Trump se dedicara el pasado fin de semana a insultar a atletas que protestan la injusticia racial durante la presentación del himno estadounidense. Crowley también podría advertir que Trump dedica más esfuerzo a sancionar a otras naciones e interferir en sus internos, que en ayudar a su población.

Puerto Rico está en la indefensión, no tiene cómo disponer de su presupuesto y para el régimen de Trump solo importa el dinero que debe la isla.

ABANDONADOS Y EN ÉXODO

El presidente de la Federación de Empleados de Gobiernos Estatales, Condados y Municipios (Afscme), Lee Saunders, consideró que ha sido demasiado lenta la respuesta del Gobierno del presidente Donald Trump a la catástrofe en Puerto Rico. «3.5 millones de ciudadanos estadounidenses han sido abandonados por su presidente y el Congreso durante su mayor tiempo de necesidad. El huracán María golpeó Puerto Rico hace casi una semana, y la situación ha empeorado cada día desde entonces”, dijo Saunders.

El diario Nuevo Día reseña que “el alcalde de Manatí, José Sánchez, exigió literalmente a gritos en el Centro de Convenciones que lleven agua a su pueblo, y personal de emergencias de Las Marías clamó hoy (ayer) por el envío urgente de personal y equipo de la Guardia Nacional para abrir camino al pueblo y tener acceso a suministros”. La historia se repite en cada localidad del interior de la isla y también en San Juan, pero para Trump el tema de los alimentos y el agua está “resuelto”.

La quiebra económica que sufre Puerto Rico ha provocado el éxodo de 500 mil personas en una década. Una cifra significativa para un territorio que apenas cuenta con tres millones y medio de habitantes. La situación podría empeorar, aunque el aeropuerto internacional de San Juan quedó devastado y muy pocos vuelos entran y salen de allí. El congresista Bob Cortés expresó que más de 100 mil borincanos podrían emigrar al estado de Florida en las próximas semanas.

Islas Vírgenes, otro lugar devastado y olvidado por la potencia imperial que las colonizó

DATOS

  • En el contexto de la tragedia puertorriqueña es pertinente advertir que en la isla rige un toque de queda indefinido entre las 7 de la noche y las 5 de la mañana.
  • 80% de los cultivos de plátano, café y hortalizas fueron devastados por el huracán María.
  • En las estaciones de servicio, los conductores tardan hasta 12 horas para poder abastecerse de gasolina. Apenas permiten un límite de 20 dólares de suministro, es decir, menos de 20 litros de gasolina por vehículo.
  • Una ley estadounidense (Ley Jones) impide que Puerto Rico pueda recibir ayuda de naciones vecinas, ya que las labores de cabotaje están reservadas, por obligación, a embarcaciones de bandera y tripulación de Estados Unidos.
  • Una semana después del paso del huracán, 50% de los habitantes de la isla carecen de servicio de telefonía celular o fija.
  • Once mil personas permanecen en refugios sin esperanza alguna de que cambie su situación a corto plazo. Mientras tanto la capacidad hotelera de la isla supera las 15 mil habitaciones, sin embargo, el Gobierno colonial no ha mencionado la posibilidad de usar este recurso.
Más del 50% de los borinqueños sigue sin servicio telefónico
T/ Chevige González Marcó
F/ Agencias
Caracas