El pasado miércoles el equipo femenino juvenil de baloncesto de Barinas quedó fuera de disputar la medalla de oro al caer 75-66 ante el quinteto de Lara en los Juegos Nacionales 2013.
Apenas se escuchó el sonido de la chicharra final, que adjudicó la victoria y el pase a la final a las larenses, María Fernanda Montilla, la más alta, la guerrera del rebote, la que peleó cada balón, y la que puso el carácter en el tabloncillo, no aguantó la frustración y soltó el llanto sobre la cancha de la UCV.
Lloraba desconsoladamente sobre el hombro de uno de los asistentes técnicos del equipo, segundos después de ver truncado su sueño de ganar el oro en la disciplina.
«Nos habíamos preparado muy bien para salir a la presión que ellas habían formado (…) quizás algunas jugadoras no dieron ese extra que se necesita en cada juego, porque cuando una llega a semifinales cada juego es una final y quizá faltó eso, un poquito más de corazón de algunas jugadoras», dijo con lágrimas en su rostro ante la mirada de sus compañeras que escuchaban atentamente.
«Barinas tiene confianza en nosotros porque no nos ganó cualquier equipo, nos ganó el campeón del año pasado (Lara)», analizó la jugadora del puesto cinco y capitana del equipo.
Cuando se ha trabajado tanto para obtener el triunfo en el ámbito deportivo y tras batallar hasta el final no se consigue el objetivo, sale a relucir el pundonor. Son jóvenes venezolanas que se han esforzado y preparado casi todo el año para llegar a unos Juegos Nacionales
«Mañana (viernes) van a ver que hemos trascendido en este juego y que vamos a dar todo en la cancha y llevaremos esa medalla de bronce para Barinas (…) por nosotros, por nuestras familias, por todos los que nos han apoyado desde hoy y desde siempre», se despidió este miércoles la jugadora número 11 secándose las lágrimas, dolida por la derrota.
Y en efecto así lo hicieron. El cuadro barinés derrotó al equipo guariqueño con amplio marcador de 73-42 y ganaron la medalla de bronce.