Multitud | Lo que está por venir (Opinión)

Eso de que “todo lo anterior siempre fue mejor” es una manera bastante primaria de expresar la nostalgia de los mayores, sobre todo aquellos que sufren horrores con los avatares de la hiper-modernidad, con la turbulencia de la vertiginosa vida urbana, con los desafíos del tele-trabajo y sus imbricaciones intelectuales.

En esas condiciones es fácil que la nostalgia de los viejos tiempos, en los que primaban las identidades fuertes y los paraguas de los robustos paradigmas, resuene en los corazones desconsolados de tantos dirigentes de izquierda. Desde ese subsuelo existencial es un poco difícil entender por dónde van los tiros. El patetismo epistemológico de muchos análisis provenientes de este campo jurásico es algo que se entiende mejor con los antecedentes del desplome del socialismo burocrático y la bancarrota del marxismo manualesco que tanto entretuvo a la vieja izquierda latinoamericana.

Los aires progresistas que se viven en América Latina no pueden leerse como una vuelta a los tiempos heroicos de la legendaria guerrilla latinoamericana. Las transformaciones verdaderamente hondas que están planteadas provienen de otros horizontes teóricos, de otra catadura ética, de una nueva sensibilidad que pasa por un revolcón estético-epistémico de marca mayor.

En ese contexto la idea de “revolución” está profundamente replanteada. No para ablandar su filo transformador en nombre del “realismo” sino para que el espíritu emancipatorio sintonice con el tiempo posmoderno en el que nos toca objetivamente convivir. Esa no es una elección arbitraria que cada quien hace según los caprichos del espíritu. Se trata más bien del más contundente vector de la realidad cultural en donde podríamos re-fundar lo político.

No queda otro chance que el estrecho sendero de la imaginación crítica, del talante creador de tanta gente por allí desperdigada. Si algo interesante está aconteciendo en el mundo intelectual proviene de esos intersticios. La experiencia de los movimientos moleculares que se desparraman por todos los poros de la socialidad naciente es justamente el fermento de lo que está por-venir.

T / Juan Barreto C.