‘‘Queremos convertir al Correo del Orinoco en el primer y gran periódico del país’’

Entre aires de renovación para ajustarse a los nuevos tiempo tecnológicos, y la premisa de ejercer un periodismo que apunte a la excelencia, la investigación y profundización, además, con el propósito de transformarse en los que los especialistas llaman ‘’transmedia’’, es decir, que utilice todas las plataformas comunicacionales posibilitadas por esta era digital, el Correo del Orinoco arriba este lunes 30 de agosto a 12 años de fundado.

La fecha se festeja en un año particularmente difícil, derivado de las circunstancias harto conocidas y padecidas del bloqueo criminal por parte de Estados Unidos y las secuelas de la pandemia de la Covid-19. Sin embargo, el periódico no ha dejado de estar en la calle, o en la página web, acompañando al pueblo venezolano y al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, desde la trinchera mediática, en su irreductible propósito de ser libres, soberanos e independientes. Desirée Santos Amaral, la directora y jefa, no ahorra elogios y abunda en sincero agradecimiento para con aquellos trabajadores y trabajadoras de todas las áreas, cuya entrega ha permitido superar las tempestades.

Fue el comandante Hugo Chávez, desde su profundo espíritu bolivariano, quien revivió en pleno siglo XXI el periódico creado por Simón Bolívar en la antigua Angostura, en junio de 1818. Desde aquel 2009, este medio impreso, perteneciente al Sistema Nacional de Medios Públicos, no ha bajado la guardia en la defensa del proceso de cambios que se inició en Venezuela en diciembre de 1998.

La salida del Correo del Orinoco, celebrado con festejo y expectativa, permitió dar cobertura e importancia a los grandes temas de interés nacional e internacional, sin mengua de espacio ni amplitud.

El periódico en estos años, además de la información de la inmensa obra de Gobierno, ha sido un abanderado en la divulgación de los temas históricos, así como de nuestra identidad cultural, el Poder Popular. Centenares de reportajes se han dedicado a las regiones, a los pueblos en el entorno de la crónica local.

Los cultores, los artistas, los artesanos, los luchadores sociales, las iniciativas populares, los dignificados de esta revolución por Hugo Chávez y Nicolás Maduro, han estado presente de manera permanente. Todos ellos, con sus sentires, padecimientos y esperanzas, han contados sus historias en estas páginas, a través de un periodismo sin pretensiones, dedicado a resaltar “los poderes creadores del pueblo”, expresión que le pertenece a Aquiles Nazoa. Todo ello sin perder vista la denuncia y el combate de las mentiras y campañas mediáticas, desatadas por los consorcios comunicacionales, la gran prensa, las redes sociales, en su empeño de aniquilar el proceso de cambios que vive Venezuela.

A Desirée Santos Amaral, el presidente Nicolás Maduro le encargó la responsabilidad de dirigir las riendas de este medio el 12 de enero del 2016, en sustitución de Vanessa Davies, quien estaba al frente desde el 30 de agosto de 2009. Ambas asumieron el reto de conducir al Correo del Orinoco en medio de condiciones particulares, aunque siempre en medio de la conspiración de la derecha venezolana, contra los gobiernos del presidente Chávez y de Nicolás Maduro.

En resistencia

Santos Amaral, actualmente diputada a la Asamblea Nacional, considera que pese a las medidas desplegadas por el Gobierno norteamericano, que han afectado a sectores como la economía, la industria petrolera, la alimentación, el transporte, las medicinas, vamos caminando hacia un rumbo seguro. El Gobierno de Nicolás Maduro ha logrado paliar las consecuencias.

La situación ha sido difícil para todos los medios de comunicación, pero en el caso de los impresos se ha complicado por los problemas para adquirir el papel, los insumos, los repuestos para que funcione la maquinaria.

“En todo caso’’, señala Amaral, ‘’hemos logrado, como ha logrado el pueblo con la misma resistencia, mantenernos en la calle, tanto desde el punto de vista de la presencia física del periódico, como el mantener la información veraz y oportuna a través de nuestra página web, de nuestras redes sociales. Lo importante es que el pueblo tenga la información y en eso hemos estado batallando los trabajadores de los medios de comunicación en el país. Hemos afrontado avatares de todo tipo. Varios trabajadores se contagiaron con la Covid-19, tenemos algunos en reposo por prescripción médica, otros han perdido familiares, de manera que ha sido complicado para nosotros como responsables del bienestar de los trabajadores, y de la circulación del periódico. Hemos tenido un éxodo de personal como en todas partes, y no es porque hayan emigrado del país, sino que se han quedado en casa en cuarentena o para resguardarse de la enfermedad.

¿Se imprime el periódico todavía?

̶ Claro que se imprime, sale en papel. Por supuesto, hemos tenido que reducir el número de ejemplares, porque la distribución se ha tornado complicada por las circunstancias del combustible, la pandemia, incluso, nos hemos adaptado, desde el punto de vista laboral, al plan 7×7, aplicado con acierto por el Gobierno Nacional, a través de horarios específicos para los trabajadores presenciales y con respecto a la distribución. En ese sentido, estamos explorando alguna forma de distribución, ya que actualmente nos enfocamos mayormente a las zonas urbanas de los estados centrales, con mayor impresión de ejemplares en las semanas flexibles.

Agrega que se maneja la idea de migrar hacia las redes sociales, al formato digital, y que el impreso llegue a las zonas más concurridas y cercanas. Mucha gente, sobre todo los adultos mayores, quiere leer el Correo del Orinoco en papel, de manera que lo pueda tachar, recortar, escribirles notas al margen, como se hace con los libros.

“Creemos que el Correo del Orinoco debe convertirse en el gran periódico. En ese sentido hemos recibido la confianza del ministro de comunicaciones Freddy Ñañez y del propio presidente de la República, Nicolás Maduro, muy dado a fortalecer los equipos comunicacionales, de manera que se aborden los problemas de la comunicación y se actualicen nuestros medios. Queremos convertir al Correo del Orinoco en el primer periódico del país. Es una necesidad, y es una opinión mayoritaria, de adecuarse a los nuevos tiempos, es decir, adoptar las medidas de refrescamiento y convertirnos en una transmedia, hacer medios de comunicación que aborden todo: las redes sociales, el Instagram, el Tik tok, y toda esa gama de mecanismo que nos permitan llegar a diversos sectores, como los jóvenes que los utilizan. Tenemos que adaptarnos a ellos para poder llegar a todos los sectores de la sociedad, sin abandonar al público que tradicionalmente lee’’, asevera.

Incentivar la lectura

Piensa Santos Amaral que en estos tiempos de innovaciones tecnológicas se hace necesario apostar al buen periodismo, y a la profundización del análisis y la investigación. Hay que incentivar la lectura. El buen periodismo no puede desaparecer. El rol esencial del periodismo, además de informar oportuna y verazmente, el buen periodismo debe profundizar en el análisis y la investigación. Y por otro lado, incentivar la lectura.

“De alguna manera hay que intelectualizar a las bases’’, asegura, ‘’darle conocimiento, ya que un pueblo informado, parafraseando al Libertador, deja de ser instrumento ciego de su propia destrucción. Yo particularmente creo que el periodismo tiene que transformarse y renovarse, no puede ser que prive lo banal, lo fácil. Se debe retomar el periodismo profundo, el periodismo que explica, informa, investiga y que dice la verdad. Tenemos que utilizar los mecanismos que aporta la tecnología y junto a los tradicionales, llegar al pueblo, a los trabajadores, las mujeres, los niños, las niñas, a través de cualquiera de las vías de comunicación”.

Para el Correo del Orinoco, explica, se tienen planes de mejorar todo lo referido a las redes sociales, redimensionar la página web. Para ello se requiere contratar periodistas que conozcan la materia. Además acentuar esfuerzos en el tratamiento del lenguaje, la escritura, de manera que el lector encuentre contenidos de calidad que contribuyan a su crecimiento personal.

En torno al asunto de la desaparición de los medios impresos desterrados por las plataformas digitales, se manifiesta partidaria de la convivencia, tal cual como plantean algunos comunicólogos que han visitado a Venezuela. Así como la radio no fue sustituida por la televisión, ni los medios impresos ni los libros desaparecerán definitivamente. Quizá se produzcan algunos cambios o ajustes, pero por lo demás, el periodismo impreso ha sido más profundo, más analítico.

‘’Tendremos que ir hacia los transmedios, como lo denominan los expertos, que abarcan todas las esferas: radio, televisión, Internet, redes sociales. Todos los grandes periódicos en el mundo están migrando, pero nadie se imagina a Estados Unidos sin el Washington Post, o sin el New York Times. Lo importante es adaptarse y no desaparecer. El impreso es importante en el sentido de que quede la referencia física de lo que pasó, el reporte de lo cotidiano’’, dice.

‘’Yo quiero resaltar particularmente», señala Desirée, ‘’al equipo que ha estado presencialmente, en estos momentos difíciles. Tengo un agradecimiento muy especial para con Romer Viera y Deivis Benítez, jefes de redacción, quienes han llevado el peso diario en redacción, igual para Luis Franco y Miguel Romero en fotografía, al equipo de diagramación, Gilberto, Luis, Deniseth y Cheo, por su entrega.

También a Manuel Abrizo, a Eduardo Chapellín por su presencia permanente, a Freidder Alfonzo, Carrasquel, Ana, Lovera y Sandra desde la página web, a los compañeros de las áreas de transporte y seguridad, a quienes trabajan desde sus casas, a María José Arias por su dedicación, a Belkys Albarrán, jefa de archivo y publicidad, a las mujeres de administración y contabilidad, a las muchachas y señoras de mantenimiento que mantienen alejada a la Covid. Todos ellos se merecen el reconocimiento y el cariño, porque gracias ellos es que a diario sale el periódico. Creo que vienen tiempos mejores. Se anuncia una buena marcha de la economía y con todo eso se van a mejorar las condiciones de trabajo. Vamos a contratar trabajadores. Ya tenemos varias personas que nos han manifestado su deseo de laborar como corresponsales. Es importante que tengamos información regional’’.

Con temple de acero

-Actualmente en México se realizan conversaciones entre el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición radical, ¿Ve usted una luz al final del túnel?

-Por supuesto que sí. Con mucha seguridad tendremos un futuro mejor, habiendo superado las dificultades. Yo confío en las políticas del Gobierno nacional. El presidente Maduro por fin logró con su tenacidad sentar de nuevo en la mesa a la oposición más radical. El diálogo en México es el camino para lograr definitivamente la estabilidad política. Hay absoluta paz en el país. Se logra después de haber transitado el camino de la constituyente y de las elecciones parlamentarias, (…) entonces, han cambiado las cosas y con ello el panorama político, y la posibilidad de que se logre la paz en este lado del mundo.

Tenemos que verlo en el espejo de otros países, lo que ocurre en Afganistán. Nosotros hemos conseguido la paz sin llegar a una guerra. Tenemos cosas importante que exhibir, logros económicos, tenemos que rescatar lo que el presiente llama el estado de bienestar socialista que disfrutamos hace poco, y que productos de las medidas impuestas de un modo criminal e inmoral se ha deteriorado. Imaginemos qué sería de nuestro país de no habernos impuesto esas medidas. Queremos que nos devuelvan nuestras riquezas en el exterior, que nos dejen en paz. Nosotros tenemos la capacidad de dirigirnos solos. Este año estoy segura que va a culminar con importante avances desde el punto de vista político y económico. En noviembre, con las megaelecciones, se tiene la grandísima oportunidad de que el pueblo elija a sus mandatarios regionales y locales, y que se garantice el desarrollo y la paz en cada región.

T/Manuel Abrizo
F/Archivo-CO