Queridos alcaldesas y alcaldes

POR: FARRUCO SESTO

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La política al mando. Estoy de acuerdo con esa frase de Mao. Por supuesto. Si no, ¿qué sentido tendría todo esto? ¿Acaso no estamos en revolución? Hago mía, pues, esa frase. Pero le añado una consideración: la política al mando… para concebir, organizar, dirigir y ejecutar las cosas que hay que hacer. No para sustituirlas. ¿Me explico?

Quiero decir que la política no solo no debe suplantar a la gestión, como no puede sustituir a la vida misma, sino que mas bien debe darle soporte, enaltecerla y resaltarla.

Y mucho mas debe hacerlo en coyunturas (digamos situaciones) como la actual, en las que todo es una paridera tanto en lo personal como en lo colectivo.

Lo digo porque en ocasiones hemos tenido la impresión de que, desde algunos niveles de gobierno, y muy particularmente desde el municipal que ahora a ustedes les toca ejercer, no pareciera tomarse en cuenta algo tan obvio: que la política y la gestión deben fundirse en un único gran esfuerzo. Esto no es una generalización. Ni tampoco un señalamiento.

Todo mi respeto y cariño para los camaradas que se entregaron con pasión a su cargo. Pero es un alerta. O mejor dicho un llamado a que ustedes, alcaldesas y alcaldes recién electos, o reelectos, no se olviden de nuestra vida cotidiana, la de los ciudadanas y ciudadanos de a pie. A que no se dejen atrapar por el aparataje formal de la política, con sus cálculos y entresijos. Y a que se dediquen a servir al pueblo, tanto en lo coyuntural como en lo trascendente.

Pues de la sabia combinación de política y gestión es que saldrá una acción de gobierno exitosa.

No tendría ningún sentido querer ser líder, pero sacarle el cuerpo a las tareas que el buen funcionamiento de la ciudad exige. ¿De qué se trataría eso? Equivaldría a la actitud de aquella madre que buscaba ser un referencia moral para sus hijos, pero a la que no le gustaba atenderlos, cuidarlos, alimentarlos, estar pendientes de ellos. Así no es la cosa.

¿Quieres que les diga algo? Es la hora de que nos prueben su capacidad en la gestión pública de la ciudad. De modo que, al mismo tiempo que en el Poder Popular y en su capacidad, vayan pensando también en el transporte, en los problemas de tránsito, en los deshechos sólidos, en la contaminación visual y acústica, en la limpieza de las quebradas, en el cumplimiento de las ordenanzas, en la poda de los árboles, en el mantenimiento de la ciudad y así por estilo. Nunca desprecien esos temas. El abordarlos es un trabajo muy hermoso. Y, en todo caso, es el trabajo de ustedes.

¡Felicitaciones, pues, y pa’lante!

farrucosesto@gmail.com
Caracas