El artista dirige la pieza Comegato de Gustavo Ott
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Restan seis funciones de la exitosa obra de teatro Comegato del reconocido dramaturgo venezolano Gustavo Ott, que se realizan sábados y domingos, a las 4:00 de la tarde en Caracas.
La pieza narra la historia de dos hermanos y una mujer, quienes se ven envueltos en una traición filial y conyugal. La situación abre una mirada crítica a la idiosincrasia nacional abordando el deterioro social, la transgresión de las normas y la búsqueda de salidas fáciles en la Venezuela contemporánea.
Está protagonizada por Ana De Sousa, Maddy Hernández, Eduardo Pinto y Luis Ernesto Rodríguez, con la participación especial del reconocido actor Antonio Delli.
La puesta en escena dirigida por Rafael Barazarte, está ambientada en un bar de apuestas de Caracas, con las carreras de caballos, el licor y el juego, como telón de fondo. El texto de la misma recibió el Premio Municipal de Teatro de Caracas en el año 1997.
De acuerdo a Barazarte, esta obra “muestra esa verdad incómoda y cómo cedemos ante lo urgente y nos traicionamos como personas, pero también como sociedad y como país”.
-¿Piensa que Comegato tiene todavía vigencia hoy en día?
-La salida fácil, el negocio, el guiso, es algo que ha hecho que los valores humanos en los venezolanos vayan desapareciendo. Y es esa la acusación del texto, es por eso que retomamos esta pieza, que retomamos el montaje donde cuatro funciones no nos dan mucho campo para que esta pieza tome su fuerza. Nada fácil de dirigir, pero con una familia que hace que cada vez que nos unamos seamos más que un equipo en las tablas.
-¿Considera que existen buenos dramaturgos en el país?
– Buenos dramaturgos si hay, solo que cada quien le rinde cuenta a su historia, es decir, a mi parecer en Venezuela hay un tiempo donde salen todas las buenas tintas y luego supongo que se esconden para otra vez reencontrarse en el escenario, cosa totalmente normal, pero no hay una continuidad, por suerte estoy compartiendo con personas que no se cansan de bajar la escritura, pero es indudable que tenemos que seguir mirando hacia afuera para romper el esquema teatral y dramatúrgico tan bueno pero que funcionó en su momento.
-¿Qué es más fácil dirigir una comedia o un drama?
-Ninguna de las dos, el llevar a cabo un montaje implica mucha dedicación y cada género conlleva su punto álgido como su descanso. Tu éxito dependerá precisamente de que tan bien logrado está. Uno poco a poco se va creando un público en su imaginación el cual te indica por dónde debe ser direccionada la obra.