El presidente de Ecuador, Rafael Correa, instó a sus conciudadanos convertir los comicios seccionales que se desarrollan este domingo en el país en una fiesta democrática donde prime la alegría y el espíritu cívico.
Hay disputas muy profundas, no vamos a negar la realidad, pero esta debe ser una jornada caracterizada por la paz, la alegría y la unidad, declaró el mandatario a la prensa local y extranjera, tras ejercer su voto en un colegio del norte de esta capital.
Interrogado sobre la presencia de 158 observadores internacionales en unas elecciones para elegir prefectos, viceprefectos, alcaldes, concejales y miembros de juntas parroquiales, Correa aseveró que la transparencia de los comicios la garantiza el pueblo ecuatoriano.
Agregó, sin embargo, que los observadores y misiones internacionales siempre son bienvenidos en el país, siempre que sea, aclaró, en una relación horizontal y recíproca, de fraternidad y compañerismo, no de sometimiento, ni de amos y mandados.
Correa agregó que durante el resto de la jornada acompañará a su hija y al vicepresidente Jorge Glas a ejercer el voto, y también a los candidatos de su partido a la alcaldía de Quito y a la prefectura de Pichincha, Augusto Barrera y Gustavo Baroja, respectivamente, y luego esperará los resultados en la sede del gobierno.
En los comicios seccionales de este domingo, los ecuatorianos elegirán un total de cinco mil 561 dignidades, sumados los 46 entre prefectos y viceprefectos, 221 alcaldes, 867 concejales urbanos y 438 rurales, y cuatro mil 79 vocales de juntas parroquiales.
Para depositar los votos, el CNE habilitó 40 mil 763 Juntas Receptoras del Voto, que cerrarán a partir de las cinco de la tarde hora local, y los primeros resultados se conocerán un par de horas después.
La paridad en las encuestas entre el actual alcalde de Quito y el principal contendiente opositor, Mauricio Rodas, convirtió estas elecciones locales en un verdadero plebiscito sobre la Revolución Ciudadana impulsada por Correa, quien se involucró de lleno en la campaña.
De acuerdo con el mandatario, este domingo no sólo está en juego la alcaldía capitalina, sino todo el proyecto social en marcha desde hace siete años.
Según Correa, la derecha ecuatoriana e internacional pretende apoderarse de Quito para desde allí intentar desestabilizar a la Revolución Ciudadana, como parte de un esquema ya ensayado en Caracas, Buenos Aires y otras capitales de la región.
En Guayaquil, segunda ciudad en importancia del país, la lucha está planteada a la inversa, pues es la gubernamental Alianza País la que intentará arrebatarle la alcaldía al opositor socialcristiano Jaime Nebot, con más de 13 años en el cargo.