Rajoy, cuando el enemigo se va

Ayer se confirmó en el debate parlamentario que 180 votos, provenientes de 8 bancadas sumarían la mayoría en favor del voto de censura al Mandatario. Es la primera vez en la historia que se destituye a un Presidente español

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“Sorprendentemente en el Parlamento español hoy no se habló de Venezuela; se ocuparon de los problemas internos y están por destituir a @marianorajoy !”, así describía desde Caracas, la constituyente Tania Díaz, lo que ocurría en Madrid.

Aquel que con soberbia dedicó sus mandatos y el poder de la gran prensa que lo sustentaba en inmiscuirse en los asuntos internos de otras naciones, terminó hundido en el fango de la corrupción de su Partido Popular. Se le notaba soberbio pero sin la pose de socio menor orgulloso que lucía cuando se retrataba con Obama, ni le brillaban los ojos como cuando se le fotografiaba, mientras conversaba telefónicamente con Donald Trump.

Mariano Rajoy se irá hoy del Gobierno español y lo hará de forma histórica. Como el primer Jefe de Gobierno español que es expulsado por el Parlamento. No tuvo el valor de renunciar, prefirió una jornada de sobremesa en algún melancólico restaurant con sus principales ministros, entretanto el Congreso debatía la moción de censura presentada por el PSOE.

Solo apareció por un breve instante en el debate. Debió ser un lapso de tiempo interminable para él. Soltó algunas bravuconadas como: “Se van a tener que comer papas los presupuestos”, y le regaló a los españoles y al mundo una inolvidable foto diciendo adiós en gesto con su mano.

Y sí, es cierto, ni siquiera en las infinitas ediciones digitales los medios concentrados españoles tuvieron chance de dedicarse a Venezuela. Esta vez no les sirvió el discurso inmoral de meterse en lo ajeno mientras La Moncloa estaba ardiendo.

El PNV ENTREGÓ LAS LLAVES

La jornada en el Parlamento español comenzó con los ojos puestos en la decisión que tomaría la dirección del Partido Nacionalista Vasco (PNV). Los cinco diputados de esa formación eran clave para lograr una mayoría que aprobara la moción de censura.

A los votos del PSOE ya se le habían sumado los de Unidos Podemos, Esquerra Republicana, Compromís, Nueva Canarias y el PdeCat. Las miradas estaban puestas en la delegación proveniente de Euskadi.

No estaba Rajoy en el salón de sesiones, cuando llegó el momento de la intervención del portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban. «Respondemos a lo que demanda mayoritariamente la sociedad vasca votando que sí”. La suerte del mandato del Partido Popular ya había sido confirmada, se encontraban con los dos pies fuera del Palacio de Gobierno, La Moncloa. A partir de allí podían empezar a recoger sus cosas.

«La sentencia del pasado jueves supuso un antes y un después en la sociedad (…) y el debate trasciende de lo jurídico», agregó Esteban. Hacía referencia al caso Gürtel el desencadenante de la fatalidad de los de Rajoy.

GÜRTEL PARA LA CAÍDA DE LOS CUARTELES DE VERANO

El jueves 24 de mayo la Audiencia Nacional de España emitió sentencia acerca del famoso caso Gürtel. Uno de los argumentos del dictamen señaló literalmente que se había constituido alrededor del Partido Popular un auténtico “sistema de corrupción”.

¿De qué se trataba en lenguaje llano? Los gobiernos del Partido Popular asignaban contratos de obras públicas a un grupo de empresarios, liderados por Francisco Correa, a cambio de sustanciosas comisiones. Parte de las “mordidas” o coimas iban a parar en las arcas de la organización política ¿O delictiva?

La Audiencia Nacional encontró al PP como “responsable civil a título lucrativo por beneficiarse de 245.000 euros de la corrupción de Gürtel”. El empresario Correa fue sentenciado a 51 años de prisión, mientras el extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, fue condenado a 33 años de cárcel.

Juntos con los cabecillas cayeron exalcaldes y otros funcionarios del partido de Rajoy. El tribunal de la Audiencia Nacional, además, concluyó que el Partido Popular tenía una caja “b”. Es decir, poseía una contabilidad paralela a donde ingresaban los fondos provenientes de la corrupción.

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Pedro Sánchez, otra página para el PSOE

Los últimos meses pudieron ser vertiginosos para quien tendrá, casi con seguridad, la responsabilidad de liderar los destinos de España apenas Rajoy termine de irse. Los últimos 24 meses de Pedro Sánchez, el líder del PSOE, han sido de vaivenes intensos.

Nacido en el año 1972, Sánchez pertenece a las nuevas generaciones del PSOE, quizás por ello representaba la alternabilidad a los llamados “barones” del partido, es decir la élite que manejaba los hilos del PSOE y al que las bases observaban culpables de parecerse tanto a sus presuntos rivales del Partido Popular.

La primera etapa de Sánchez al frente de la Secretaría General de los “socialistas” comenzó en el año 2014, luego del estruendoso fracaso de las políticas de los barones en las elecciones al Parlamento europeo.

Fue el candidato a la Presidencia por el PSOE en el año 2015. Entonces, luego del bloqueo a la investidura de Rajoy, Sánchez fue encomendado por el Rey a formar gobierno, pero no logró mayoría. Los barones del partido habían obrado para impedir que se concretara una alianza con la izquierda y con los grupos soberanistas.

Desde allí, las élites de su partido empezaron una batalla para defenestrarlo. Se convocaron a nuevas elecciones en España y el desempeñó del PSOE fue fatal. Sin embargo, llevó a la contraria a las cúpulas y se manifestó contrario a permitir la investidura de Mariano Rajoy. En ese contexto los barones lo obligaron a dimitir.

Sánchez no se quedó contemplando su derrota. Se postuló nuevamente al cargo de secretario general en los comicios internos de 2017 y resultó electo con más del 50% de los votos, superando a la candidata de los grupos tradicionales, Susana Díaz.

Hoy, al tercer intento podría llegar su vencida histórica.

Ayer en el debate sobre la censura a Rajoy, Pedro Sánchez hizo un guiño a las posibilidades de ser algo más que un “mal menor”, como le había pedido Pablo Iglesias. Afirmó antes del cierre de la sesión parlamentaria: «La izquierda tiene ahora la enorme responsabilidad de materializar una esperanza que ha empezado a vislumbrarse en la sociedad española, con humildad y realismo». Finalizó su discurso expresando: «Es un buen día para la izquierda y para la democracia».

Además, se mostró partidario del diálogo con los soberanistas catalanes y respondió así a Joan Tardá de ERC: «Intuí de sus palabras, a las que estoy haciendo referencia, que la clave para superar la crisis catalana tiene que ver con superar la política de bloques y, por tanto, abrir posiciones de diálogo en busca del consenso». «Me comprometo a explorar ese diálogo para encontrar una solución política a una crisis que es política. Y espero que pueda encontrar la solución más pronto que tarde», añade el candidato a Presidente.

Esperemos, por el bien del pueblo español que Pedro Sánchez dedique más tiempo a construir una España más democrática y menos tiempo a involucrarse en los asuntos internos de otras naciones.

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LO QUE SE VIENE

Conocida la suma de los votos a favor de la moción de censura, será en la sesión de hoy cuando se efectúe la votación definitiva que significará la expulsión de Mariano Rajoy del Gobierno español.

De inmediato el Parlamento considerará la designación de un nuevo Presidente para el Reino de España. El candidato es Pedro Sánchez, líder del PSOE.

El nuevo Gobierno español deberá trabajar con los presupuestos ya propuestos y aprobados, en este caso por las formaciones de la derecha. Se trata de una administración cuestionada desde la izquierda por considerarlos orientados a suprimir la inversión social.

Los presupuestos pudieran ser reformados, pero el PSOE prometió mantenerlos intactos con la finalidad de convencer al PNV de que votara en favor de la censura. El partido vasco había acordado con el mandato de Rajoy sumar su votos a su aprobatoria a cambio de ciertas partidas que presuntamente favorecen al pueblo de Euskal Herria.

Visto eso, se tratará de un gobierno que nace con ciertos amarres. Además de ellos, desde Unidos Podemos se le ha advertido a Sánchez que no puede pretender gobernar sólo sustentado en la bancada del PSOE, la segunda mayor, pero minoritaria con relación a la fragmentación en la que está dispuesto el Congreso.

Por la derecha se ubica Ciudadanos, el partido de Albert Rivera se mantuvo firme en el voto contra la moción de censura a Rajoy. Su crecimiento en las encuestas los mantiene ansiosos en torno a la posibilidad de que se efectúen elecciones adelantadas, la carta que quiere jugar el hijo díscolo de los “populares”.

Ayer Rivera llegó inclusive a lanzar un salvavidas de última hora a Rajoy, al proponerle que dimitieran y ellos darían sus votos a la investidura de otro candidato que propusiera el Partido Popular. La derecha curándose las heridas.

No obstante, puede inferirse, al menos en el papel que ocurrirán ligeros cambios en la política exterior y en la administración de los conflictos internos, como el suscitado con la fuerzas de los movimientos soberanistas catalanes. Tal vez mayor disposición al diálogo y menos brillo en los ojos en las conversaciones telefónicas con Mister Trump.

LAS REACCIONES

Alberto Garzón: el líder de Izquierda Unida expresó en referencia al nuevo Gobierno que se instalaría en España con Pedro Sánchez a la cabeza, «cuenten con nosotros para abrir un proceso de esperanza e ilusión, una España plural y diversa donde nos veamos diferentes dentro de un mismo proyecto. El nuestro es una República Federal».

Sobre el Gobierno que va de salida, Garzón no se limitó al tema de la corrupción, recordó que «la gente sencilla sufre las consecuencias de las políticas de recortes neoliberales del Partido Popular. El 135 o la #LeyMontoro suponen la precariedad vital consolidada: salarios de miseria, contratos basura, incapacidad de comprar una vivienda, subida de la luz…».

Pablo Iglesias: el principal dirigente de Podemos señaló: “Esta moción de censura no es de ningún partido, es de la gente que no perdió la esperanza. Agregó también que «hace un año sembramos aquí una semilla de esperanza que en estas horas está germinando», en referencia a la moción de censura impulsada el año pasado por la bancada de Unidos Podemos. También le pidió a Pedro Sánchez a que aspirara a ser algo más que “un mal menor”.

También ironizó en referencia a la ausencia de Mariano Rajoy en la sesión: «Es una vergüenza que el Presidente del Gobierno no esté. Se debería haber ganado su último salario en el cargo estando en frente de su partido asumiendo la censura. Es inaceptable que su escaño lo ocupe un bolso». También respondió a las expresiones denigrantes de Albert Rivera (Ciudadanos) contra la bancada de Esquerra Republicana de Cataluña: «Es una vergüenza lo que le ha dicho a ERC de que aprovechen para violar la ley estos meses; su discurso es más propio de un fascista que de un demócrata».

Joan Tardá: el portavoz de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) manifestó que aprobarían la moción de censura, pero advirtió: «Nuestro voto no es de apoyo al PSOE, es un voto de rechazo al PP y a su corrupción”. Insistió en que ERC prefiere apoyar a Sánchez a mantener a Rajoy, y que lo hace a pesar de que “el PSOE se ha esforzado en parecerse al PP” al dar apoyo al 155 o “legitimar la existencia de presos políticos”. Sin embargo, Tardá también advirtió que ven “diferencias” entre “un Gobierno del PSOE sustentado por Podemos y un Gobierno del PP” y eso es lo que ha acabado por decantar su decisión.

Albert Rivera: en representación del ultraderechista movimiento Ciudadanos, dijo que «la corrupción ha liquidado la legislatura». Advirtió que el debate no es si se han acabado o no los tiempos del PP, sino quién «tomará las riendas del país». Afirmó que estamos en un «momento decisivo» ante el nuevo Gobierno, pero no por el candidato, sino por sus «socios». También critica que «a estas horas» y a pesar de haber apoyado siempre al PP, «no ha tenido ninguna llamada ni ninguna propuesta de Rajoy: «Les parecerá alucinante, a nosotros también».

Acusó a Sánchez de querer llegar a La Moncloa a “cualquier precio” y sin querer dar “la voz a los españoles”. De forma grotesca se dirigió a la bancada de Esquerra Republicana y les señaló que «aprovechen estos meses para violar derechos y libertades, para que no se aplique la Constitución en Cataluña, para que no se pueda defender la libertad y la unión, acosen y señalen a la gente estos meses”. Sus amenazas e ironías fueron dirigidas también a los independentistas vascos de Bildu.

T/ Chevige González Marcó