Tanto dolor colectivo / y una pena personal / que a veces me hace olvidar / los dolores en que vivo / sumergido en tu egoísmo / mas profundo es el sufrir / solo para convertir / a la muerte en un espejo / de qué sirven los misterios / si no ayudan a vivir.
Horas días falleció Ramón “Copete”, uno de los músicos mas extraordinarios que he conocido. Al hablar de él en esta columna, mas allá de un homenaje personal al amigo que me acompañó y grabó conmigo casi 30 canciones, es fundamentalmente una forma de resaltar nuestros genuinos valores artísticos que tenemos como pueblo y plantear serios problemas culturales que tenemos al respecto.
Ramón “Copete” tocaba muy bien la bandola, la mandolina, el bajo y, por ende, el cuatro, pero fue en la guitarra llanero-campesina en la que mas destacó con un estilo indiscutiblemente original, no solo en la música llanera, sino también en la guaracha, el merengue, la ranchera, la salsa, el bolero y bueno pues.
Al decir que fue uno de los mejores guitarristas de Venezuela en su estilo, podría sorprender a quien no conoce su obra y mas aun a quienes en este aspecto se manejan según el “Almanaque Mundial”, aquel folleto que anualmente se publicaba en el que se señalaba quiénes eran los mejores hasta para escupir mas lejos. Además, tal vez, ya alguien tenga el título vitalicio de “la guitarra de oro” impuesto por los jerarcas de la publicidad para que no se discuta ni se ponga en duda esa verdad. Títulos de oro, no de barro ni de madera. Por cierto, pasados de moda, pues debería ser, acorde con los tiempos, por ejemplo, en vez de “la voz de oro”, “la voz del dólar”.
Muchos casos se saben, porque a la larga se sabe, de “artistas” sinvergüenzas que han plagiado descaradamente a otros para ganarse ese sitial de “oro” porque “…es que hemos sido muy pobres”.
Pues no, no necesariamente el mas conocido en tal o cual cosa, es el mejor. Solo que como no investigamos, el gran medio de comunicación te lo impone.
Ramón “Copete” en su estilo de profundas raíces venezolanas, latinoamericanas y caribeñas, entre los que he conocido que son bastantes, es el mejor guitarrista de Venezuela y uno de los mejores del mundo.
Tantos valores que tenemos como pueblo que han sustentado nuestra emoción y en este tiempo histórico cuando mas necesitamos de ellos, por ignorancia, por oportunismo, por comodidad, los desdeñamos empeñados, por acomplejados será, en admirar lo que el capitalismo nos impone.