Ramos Allup: “Nosotros conversamos con los gringos y vamos a seguir conversando”

Las intervenciones del diputado Henry Ramos Allup (AD) en las sesiones de la Asamblea Nacional (AN) suelen causar una especie de frenesí en la bancada opositora, que lo escucha con atención religiosa. En el pleno del martes pidió la palabra para responder un discurso de la sesión previa realizado por Earle Herrera (PSUV), a quien alabó por la habilidad con que tejió sus planteamientos.

Básicamente le replicó la idea de Herrera, quien habría señalado que era mejor metodología ir materializando acuerdos parciales y no uno total. Ramos Allup sostuvo lo contrario: todo o nada.

Luego de esta alabanza pasó a granear su verdadero argumento, cuyos pilotes hay que rebuscarlos en los pliegues de su discurso, pues lo camufla con alaridos militantes para cumplir con la audiencia propia.

A este respecto confirmó que la oposición se reunía con países de la comunidad europea y con los que conforman el Grupo de Lima. Y sin ambages dijo que también lo hacían con el Gobierno de Donald Trump.

“Ah, ¿que nosotros conversamos con los gringos? Sí, claro que sí, y vamos a seguir conversando con ellos porque no podemos ignorar las potencias y las realidades. Y si tenemos que hablar con los rusos y chinos, hablamos, y deberíamos hablar fluidamente con ustedes, porque ustedes representan un sector del país”, añadió Ramos Allup, dirigiéndose a sus colegas del PSUV.

En su introducción llamó presidente del país a Juan Guaidó, pero en los recovecos de sus palabras procuraba debilitar las posiciones petrificadas que no salen del “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones”.

“Cuando algunos colegas nos reclaman de manera febril que eso no se puede cambiar, estoy de acuerdo. ¿Pero qué hago para que cese la usurpación?, ¿tiro la bomba atómica?”.

“Si no tengo ningún recurso para que cese la usurpación y se me dice que la vía es hacer elecciones, pues trabajo agónicamente para las elecciones. Eso es lo sensato, lo inteligente para los que no queremos matanzas ni guerra civil, ni invasiones extrajeras ni golpes de Estado”.

LOS GOLPES DE ABRIL

Ramos Allup aseveró que el Gobierno de Nicolás Maduro no conseguía préstamo y que eso alargaba el problema, por lo que insistió: “Entonces tenemos que buscar una solución. Si tenemos que conversar, pues conversamos”.

“El Gobierno está trancando el juego”, acusó.

Criticó sin nombrar a quienes están jugando a alargar la situación de padecimiento económico del país como cálculo político:

“Aquí lo que puede producirse es un golpe militar, no para favorecer a la oposición”.

Al hacer mención de golpes de Estado, incurrió en el reconocimiento de que en abril de 2002 se había producido una sublevación militar, a pesar de que durante muchos años la oposición lo negó (todavía varios factores antichavistas lo niegan).

“El golpe de abril duró tres días”, adujo, con relación al año 2002.

Advirtió que “cerrazón de lado y lado” puede generar desenlaces lamentables y achacó responsabilidad de esa eventualidad al presidente Maduro por no aceptar adelanto de elecciones y quienes “creen que si la situación sigue así ese golpe militar milagroso va a sacarnos de este atolladero”.

Al abordar el tema militar hizo otro reconocimiento en el cual estuvo implicado un vocero estelar de AD y directivo de la AN: Edgar Zambrano, liberado recientemente producto de los acuerdos parciales de la Mesa Nacional de Diálogo.

“Allí adentro hay mucho malestar acumulado y eso no se puede negar”, dijo en atención a los cuarteles.

“Y lo que pasó el 30 de abril (de este año) no fue producto de ningún birlibirloque, no. Había malestar, que al final no cuajó, por a o por b, pero hubo militares que se pronunciaron y algunos que se comprometieron”.

También defendió como legítimo un punto que la parte opositora en la Mesa Nacional de Diálogo cuestiona: la introducción de la geopolítica en el conflicto venezolano.

“¿Quién comenzó a internacionalizar la política venezolana? Chávez”.

Seguidamente hizo mofa al aseverar que Chávez incurrió en la internacionalización de la política nacional al donar combustible para sectores pobres de Nueva York. “Iba a pelear con el imperio repartiendo gasolina”.

En el aterrizaje de su turno de palabra ensayó una especie de justificativo al ataque contra venezolanos en países vecinos, “atosigados que no están preparados para recibir y se han convertido en xenófobos”.

“No queremos guerra civil ni invasión porque nadie nos quiere invadir, quítense eso de la cabeza”, cerró con un consejo a la atenta bancada del Polo Patriótico.

T/ Douglas Bolívar
F/ Redacción CO