Fue integrante de la juventud comunista y luchaba a favor de la emancipación de las mujeres|Rangel honra memoria de María del Mar Álvarez, viuda de Alberto Lovera

El defensor de los derechos humanos José Vicente Rangel manifestó este domingo su pesar por la partida física de María del Mar Álvarez, integrante del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y viuda del dirigente revolucionario Alberto Lovera, quien fue asesinado durante el gobierno de Raúl Leoni, en 1965.

«Hace 50 años fue el crimen (contra Lovera) y María del Mar, en ese lapso, jamás olvidó la causa por la que dio la vida su esposo. Su coraje constituye un claro ejemplo de decencia y de dignidad frente a los gobiernos que desvirtuaron la esencia de la democracia. Paz a su alma y el pésame a sus hijos, familiares y amigos», dijo.

María del Mar Álvarez, militante de los Derechos Humanos, fue miembro principal de la Comisión por la Justicia y la Verdad, ente creado para investigar los crímenes ocurridos en la Cuarta República con motivos políticos.

Desde 1950 Álvarez perteneció a las filas del PCV, fue integrante de la juventud comunista y luchaba a favor de la emancipación de las mujeres.

Sus primeros pasos en defensa de las féminas los dio en la Asociación de Muchachas Venezolanas, agrupación que si bien abogaba por los derechos de la mujer, también cumplía un rol político, pues esta organización luchaba contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, quien gobernó de 1952 a 1958, refiere Prensa Latina.

Álvarez quedó viuda en 1965 tras la muerte de su esposo y dirigente revolucionario, Alberto Lovera, quien el 27 de octubre de ese año fue hallado por unos pescadores en las costas de Lecherías, estado Anzoátegui, nueve días después de su desaparición, perpetrada por los órganos de seguridad del Estado durante el gobierno de Leoni, de Acción Democrática.

El cuerpo del dirigente político apareció hinchado y con evidentes signos de tortura; flotó en el mar, a pesar de llevar una cadena y un pico en el cuello. Su rostro y sus manos habían sido desfigurados para evitar su reconocimiento, pero María del Mar, su esposa, en el proceso de exhumación logró identificarlo.

«La tortura y el asesinato fueron consumados por la policía política del régimen, la (extinta) Digepol. Fue un crimen político y parte de las características que marcó la etapa puntofijista (en el país). María del Mar, abogada y militante social, demostró el valor y la lealtad propio de la mujer venezolana. Nunca se rindió, nunca cayó y siempre estuvo a la cabeza por la lucha, por la defensa de los derechos humanos», dijo Rangel, quien en diversas oportunidades denunció los crímenes y violaciones de los derechos humanos cometidos por los gobiernos de la Cuarta República.

T/AVN