El proyecto de ley de semillas, que aprobó la plenaria de la Asamblea Nacional (AN) en primera discusión irá una gran consulta por todo el país con todos los sectores de la sociedad, sostuvo el coordinador de la Subcomisión de Desarrollo Agroalimentario, José Ureña.
La instancia parlamentaria elabora un cronograma de consultas que, posteriormente, será sometido a la consideración de la presidencia de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico, de manera que el articulado sea debatido de manera amplia y participativa, adelantó el parlamentario socialista.
Se ha completado un paso más como lo es la aprobación en primera discusión en plenaria, ahora viene el proceso de debate en la calle, como corresponde a una Asamblea Nacional que está con el pueblo legislador. “Seguimos ahora con el parlamentarismo de calle, para discutir la ley”, aseveró.
Ureña aseguró que el proyecto del ley de semillas es el resultado de un trabajo de formulación que comenzó en el año 2012 y fue consultado con todos los sectores de la sociedad, recalcó.
“Fue un ardua labor que estuvo a cargo de la subcomisión que presido. No se hizo al espaldas del país, sino que se invitaron a movimientos sociales, comunas del campo, consejos comunales, frentes de campesinas y campesinos, gremios agrícolas, centros de investigación y universidades, entre otros”, explicó el diputado socialista.
PATRIMONIO ANCESTRAL
El coordinador de la subcomisión aseguró que el proyecto de ley de semillas busca incrementar la producción de alimentos por lo que está en consonancia y “tiene su razón de ser” en el Plan de la Patria que plantea la soberanía agroalimentaria.
Según el diputado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), la ley de semillas tiene un carácter antitransgénico. “Esto se planteó desde un primer momento y se ha consultado con el pueblo campesino”, indicó.
Recordó que el comandante Hugo Chávez en dos Aló Presidente efectuó sendos pronunciamientos en contra de los transgénicos, “por eso nosotros no podríamos ir a favor de ellos. Se trata de una cuestión de principios”, recalcó Ureña.
Además, argumentó que siempre se han pronunciado en contra de las patentes, porque consideran que las semillas son seres vivos y la Constitución establece en el artículo 127, el derecho a la vida y el deber de proteger la diversidad biológica.
“Las semillas criollas, que el campesino ha usado por siglos, son patrimonio de la humanidad porque se han preservado y perfeccionado de manera natural desde tiempos ancestrales” , sostuvo el coordinador de la subcomisión adscrita a la Comisión de Finanzas y desarrollo Económico.
Otro de los aspectos que destacó Ureña de la ley, aprobada en primera discusión por la AN, es la participación popular. Es importante la inclusión de la clase campesina en la producción de semillas para disminuir las importaciones, concluyó.