Expertos argentinos realzaron este miércoles las potencialidades y perspectivas para fomentar los negocios con la Federación Rusa, acrecentadas con la reciente incorporación de esa nación euroasiática a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La ampliación de los nexos sería favorecida por el hecho de tratarse de dos países con crecimientos económicos acelerados y sostenidos, y en los cuales la inversión en los últimos años aumentó su participación en la demanda agregada, fortaleciendo su capacidad productiva, indicó Germán Herrera Bartis.
El director nacional de Estrategia de Promoción de Inversiones y Comercio de la Cancillería argentina fue uno de los disertantes que intervino este miércoles en el Primer Foro de Negocios Argentina-Federación Rusa, convocado por la Cámara de Comercio e Industria Argentino-Rusa (Caciar).
Herrera Bartis indicó que precisamente una de las direcciones en que avanza hoy esta nación suramericana es en estrechar los lazos económicos con países emergentes de crecimiento muy dinámico, en particular con los llamados BRICS, uno de los cuales es Rusia.
En los últimos cinco años, el comercio bilateral argentino-ruso pasó de 300 millones de dólares a mil 560 millones de USD, dijo y puntualizó que del 2003 al 2011 las exportaciones a la Federación Rusa aumentaron a una tasa media anual del 18 por ciento, mientras las importaciones lo hicieron a un 23,3 por ciento.
De acuerdo con el economista, el ingreso de Rusia a la OMC como miembro pleno en agosto pasado «abre numerosas oportunidades vinculadas a diferentes productos alimenticios y manufacturados» para las ventas argentinas.
Mencionó entre éstos los medicamentos (de los cuales Rusia importó el pasado año desde distintas latitudes un total de 33 mil millones de dólares); quesos duros (cuatro mil 600 millones); pollo troceado (cuatro mil 100 millones); vinos, tabaco, uvas frescas, grifería e instrumentos de medición.
Por su parte, el presidente de Caciar, Jorge García Tuñón, recordó en su exposición que aún cuando Rusia y Argentina tienen relaciones diplomáticas desde hace 127 años, «todavía hay mucho que aprender» sobre esa gigantesca nación, de casi 140 millones de habitantes y un territorio equivalente al de toda Suramérica.
García Tuñón enumeró algunas ventajas de hacer negocios con la Federación Rusa como el hecho de la baja producción de alimentos y bebidas para atender la demanda interna, las preferencias arancelarias, la estabilidad económica en un marco de crecimiento sostenido y la apreciación de la moneda local.
Destacó además que existe la decisión política del gobierno de Moscú de incrementar y fomentar la ganadería y la agricultura para, en un periodo de cinco años, asegurar un 50 por ciento de las necesidades del país; algo para lo cual -opinó- Argentina tiene el conocimiento y la tecnología para brindar cooperación.
Rusia, puntualizó, es uno de los 10 principales importadores de alimentos del mundo y tiene un mercado de la construcción «increíble», pues sólo el pasado año importó cemento por 34 mil millones de dólares.
Es también un promisorio destino para los productos de lujo, en tanto un 30 por ciento de la población posee óptima capacidad de consumo; su mercado automotor está en plena expansión, y ofrece también inmejorables oportunidades para el desarrollo del sector turístico, subrayó el titular de Caciar.