La insurgente alianza Seleka informó la toma este fin de semana de la localidad de Ippy, a unos 500 kilómetros de esta capital, con lo que incrementó a nueve las ciudades bajo su control en la República Centroafricana (RCA).
El secretario general de esa coalición de agrupaciones, Justin Mambissi, declaró que entre los lugares bajo dominio de los rebeldes, tras las acciones iniciadas hace dos semanas, se encuentra la ciudad de Bria, enclave rico en recursos minerales.
Según Mambissi, la agrupación tiene como objetivo principal llegar hasta Bangui, capital de este país del centro norte de África.
En reiteradas ocasiones, los líderes de Seleka han amenazado con derrocar al presidente de este territorio, François Bozizé, al que acusan de no cumplir con los rebeldes los acuerdos de paz firmados en entre los años 2008 y 2010.
La agrupación sublevada exige, entre otras demandas, el abono de compensaciones prometidas para abandonar la lucha armada y la excarcelación de todos los presos políticos en este Estado.
Seleka advirtió a Chad, por otro lado, que no se involucre en el conflicto armado en la República Centroafricana, pronunciamiento que tiene lugar poco después de que un contingente militar de ese país desembarcó en este territorio en auxilio del gobierno de la RCA.
En ese contexto, la semana pasada líderes de países de la Comunidad Económica de Estados de África Central (CEEAC) demandaron la apertura de un diálogo político entre el Ejecutivo y el movimiento insurgente.
Tras recomendar a Libreville, Gabón, como sede de esas negociaciones, una nota del organismo subregional insistió además en que para solucionar el conflicto se debe excluir toda opción militar.
La coalición de agrupaciones rebeldes Seleka y el Gobierno de Bangui deben establecer conversaciones que incluyan la revisión de acuerdos de paz, subrayó el documento.
En tanto, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas instó a los miembros de Seleka a cesar las hostilidades contra el Gobierno y a detener su desplazamiento hacia Bangui.