El director general de la agencia internacional de información Rossiya Segodnya, Dmitri Kiseliov, expresó indignación este domingo por el llamado del editor de la revista británica The Economist a boicotear la radioemisora rusa Sputnik y el canal televisivo RT.
Kiseliov acuñó con la frase «amenazas a colegas» la falta de ética profesional en que incurrió el jefe de la publicación de Reino Unido, Edward Lucas, durante la Conferencia Internacional de Seguridad 51 de Munich, clausurada este domingo.
Lucas acusó a los dos medios de comunicación integrantes de Rossiya Segordnya de «producir mentiras», y advirtió que utilizará todo su poder para frustrar las carreras de los periodistas que colaboren con Sputnik o RT.
Suena como una salvajada, intentar callar a alguien y amenazar con convertirles en parias solo porque se permiten expresar opiniones que difieren de las de Lucas, comentó el director general de la agencia informativa rusa. Durante la agresión verbal en Munich contra sus colegas rusos y todo profesional dispuesto a colaborar con ellos, el empresario editorial europeo reconoció que «la gente mira con ansias RT» porque creen que los principales medios de Occidente «no les dicen la verdad», subrayaron las fuentes.
Kiseliov mencionó la tradición de ataques contra Moscú del editor jefe británico, y recordó que en vísperas de las últimas elecciones presidenciales en las que el mandatario Vladimir Putin resultó ganador, decía que sus días estaban contados.
El líder ruso venció en la primera ronda en esos comicios, y entonces Lucas centró sus arremetidas mediáticas en el supuesto fracaso de los Juegos Olímpicos de Sochi, que hace un año se celebraron con todo éxito, evocó Kiseliov.
Sobre la supuesta falta de libertad de prensa de Moscú a la que se refiere Lucas, el también conductor de un programa informativo en el canal Rusia 1 lo desmintió con el argumento de que el libro en que el británico critica la política del Kremlin fue traducido al ruso y publicado en el estado eurasiático.
Es el colmo de la hipocresía asistir a la conferencia, dedicada a la búsqueda mancomunada de soluciones a varios importantes problemas de la seguridad que hoy afronta el mundo y aprovecharlo como tribuna para lanzar críticas hostiles y atizar la guerra, deploró Kiseliov.
Al comparar la actitud del empresario editorial británico con la de los periodistas de RT, resaltó que mientras el primero gozaba de la comodidad de los salones de la reunión, los profesionales rusos de la información trabajaban bajo las balas en Donetsk.
Sputnik recordó que el 6 de febrero último un equipo de RT fue tiroteado en un puesto de control de la región de Donetsk por las tropas ucranianas enviadas a reprimir a la población en el sureste.
Una nota de la televisora satelital rusa señala que las «indignas palabras» contra los reporteros rusos deshonran al señor Lucas y a las organizaciones periodísticas que representa, así como a la Conferencia de Seguridad de Munich.