El Gobierno de Estados Unidos rechazó este viernes la declaración de indepencia del Norte de Malí por parte de los rebeldes tuaregs del Movimiento Nacional por la Liberación de Azawad (MNLA), tras llamar a la integridad de la nación africana.
Por su parte, el Reino Unido anunció la retirada provisional del personal de su embajada en Bamako, capital maliense.
«Rechazamos la declaración de independencia del MNLA y reiteramos nuestro llamado por la integridad territorial de Malí», dijo el portavoz del departamento de Estado de EE.UU., Patrick Ventrell.
Entre tanto, el Ministerio de Exteriores de Reino Unido anunció a través de un comunicado que «de momento se suspenderán todos los servicios consulares en ese país africano» y «las peticiones se atenderán desde la embajada británica en Dakar (Senegal)».
Horas antes, la Unión Africana (UA) había enfatizado que «rechaza totalmente la pretendida declaración de independencia» del Norte de Malí y que condena «con firmeza este anuncio, que es nulo y sin ningún valor».
La UA hizo un llamado a toda la comunidad internacional «a apoyar plenamente esta posición de principio de África».
Francia también rechazó la declaración de independencia al considerarla «unilateral de ‘independencia del Azawad’ es nula y no vinculante».
El portavoz del ministerio francés de Relaciones Exteriores, Bernard Valero dijo que Francia «defiende la unidad y la integridad territorial de Malí».
La Comisión Europea (CE) también defendió la integridad territorial de Malí tras conocerse la declaración de independencia de la región norteña de Azawad.
En la mañana de este viernes el grupo rebelde anunció a través de un comunicado que «decidimos de manera irreversible la proclamación de la independencia del estado de Azawad a partir del 6/4/2012».
Asimismo, se comprometió «a trabajar para garantizar la seguridad y avanzar hacia la construcción de las instituciones para culminar con la redacción de una constitución democrática para un estado Azawad independiente».
Los rebeldes instaron a la comunidad internacional «a reconocer, sin demora, el estado independiente de Azawad».
El pasado 21 de marzo un grupo de soldados maliense se sublevaron, según decían, porque Touré se había revelado incapaz de solucionar o gestionar la crisis del norte del país. Los militares lo culparon de no haber dotado al Ejército de los recursos necesarios para hacer frente a la rebilión secesionista tuareg ni a las bandas vinculadas a la red de Al Qaeda.
El golpe de Estado en Malí ha generado una ola de condenas en el extranjero. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) había exigido el «restablecimiento del orden constitucional».