En Falcón, al occidente del país, el reloj que anuncia la despedida del año viejo y antecede la bienvenida del nuevo año no es el relojero común.
Desde hace más de 60 años la voz de José Guadalupe Jordán Polanco, mejor conocido como «Pepelupe Polanco», un insigne locutor de la ciudad capital, da vida a las Uvas del Tiempo, un sentido poema de la autoría de Andrés Eloy Blanco, que eriza la piel y los sentimientos del corazón más duro y que refiere la tradición más emblemática de la zona cada 31 de diciembre.
Radio Coro 780 AM fue la emisora matriz para instaurar en la localidad el repertorio poético de cerca de 12 minutos que comienza a sonar en la mayoría de los hogares falconianos, sobre todo en los del centro del estado, pasada las 11:50 de la noche del 31 de diciembre, en compañía de 12 uvas.
En la actualidad, este dial, también símbolo de la ciudad, difunde cada 31 de diciembre el poema en la voz del fallecido periodista radial.
«Comienza a sonar las uvas del tiempo y es el indicativo que ya hay que sentarse a la mesa a esperar el año nuevo. Las Uvas del Tiempo es un recordatorio de los grandes momentos del año, buenos y malos, pero es una gran oportunidad de reencontrarnos con nuestra identidad falconiana», señaló Alba Chirinos, habitante del sector Buchivacoa de Coro.
De hecho, en esta zona, es común escuchar expresiones como «Si no has escuchado Las Uvas del Tiempo de Pepelupe un 31 de diciembre no eres de Coro», de la identidad que la tradición ha otorgado a la corianidad y a la falconianidad en general.
«La declamación de Pepelupe es insigne en una casa de la ciudad un 31 de diciembre, es el sonido que reviste de prestancia, de cultura coriana la fecha navideña», exclamó Rocío Davalillo, de 76 años, habitante del callejón Las Flores del centro de Coro.
Merlín Rodríguez, cultora de la zona, cataloga esta tradición como una herencia histórica para las nuevas generaciones.
«En Falcón escuchar el poema en la voz de Pepelupe es una conexión con nuestros antepasados, con nuestros abuelos, padres. Y aun ahora muchas familias jóvenes la conservan y sintonizan esta declamación para despedir el año», sostuvo.
En esta zona, no existe el abrazo ni el saludo del año nuevo sin haber estado precedido por la emotiva alocución que ha distinguido la fecha y además ha promovido la memoria colectiva de la prestancia y lucha profesional del reconocido locutor.
Polanco, comunicador social, nativo de la ciudad, se distinguió por su activismo social y político, a través de la emisora radial, además de ser la voz emblemática de tradicionales celebraciones como las del jueves y viernes santo, el repique del tambor coriano y el Día de la Guadalupe.