Reconocen entrega de Benito Irady a la defensa de nuestra identidad cultural

Ernesto Villegas, ministro del Poder Popular para la Cultura, impuso la condecoración Maestro José Antonio Abreu al investigador y escritor Benito Irady en reconocimiento a sus 50 años dedicados al estudio, divulgación, defensa y promoción de las manifestaciones y tradiciones culturales venezolanas. Es la primera vez que se otorga este galardón y Benito Irady, nativo de El Tigre, estado Anzoátegui, y actual presidente del Instituto de la Diversidad Cultural. Es el primero en recibirla, expuso el ministro Villegas.

La imposición de la condecoración, para sorpresa del homenajeado, se anunció en el acto de presentación del libro Zona de tolerancia, del propio Irady, reeditado por Monte Avila Editores, editorial adscrita a Ministerio del Poder popular para la Cultura, y se hizo en la Casa Amarilla, donde Villegas se presentó en horas del mediodía. Este libro de Irady, publicado en 1978, fue comentado por Luis Britto García.

“Hemos tenido el privilegio, el placer, de entregar a Benito, en nombre del presidente Nicolás Maduro, la condecoración Maestro José Antonio Abreu, creada por el Presidente luego del fallecimiento del insigne creador del Sistema Juvenil e Infantil de Orquestas y Coros de Venezuela. Lo hacemos en reconocimiento a los 50 años de Benito Irady como promotor cultural venezolano. Es un hombre que ha consagrado su vida al conocimiento, investigación, difusión y defensa de las manifestaciones culturales venezolanas en sus más diversas formas y ubicaciones geográficas”, señaló el ministro a la prensa luego colocarle la condecoración a Irady, quien también es el presidente del Instituto de la Diversidad Cultural.

Villegas dijo además que Irady es el hombre al que Venezuela le debe el que se hayan gestionado con éxito en la Unesco seis declaraciones como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de manifestaciones culturales venezolanas.

“De modo, pues, que a Benito lo tenemos en alta estima. El presidente Nicolás Maduro ha tomado la decisión de que sea el primer venezolano en recibir esta condecoración y al hacerlo interpreta la opinión de la abrumadora mayoría de quien conozca algo de cultura en Venezuela. En el campo de la investigación cultural criolla hay un nombre indispensable que es Benito Irady. Los hombres y mujeres que en todos los estados del país defienden la identidad local, regional y nacional lo pueden comprobar”, expuso el titular de Cultura.

Agregó que con el Instituto de la Diversidad Cultural, órgano que también depende del Ministerio de Cultura, se continúa trabajando para lograr este año la declaración por la Unesco de la palma bendita y de los Palmeros de Chacao y de Margarita como patrimonio cultural de la humanidad. Durante el año en curso se deben postular las candidatura del culto a San Juan Bautista y los tambores de San Juan para que sean discutidas el año entrante.

“El presidente Maduro también aprobó una iniciativa para que el próximo candidato sea la gaita zuliana. Es un trabajo silencioso que requiere una investigación, un trabajo meticuloso, para sustanciar expedientes que puedan ser rigurosamente estudiados por parte de Unesco, igual que han sido blindados los seis anteriores. De modo que Benito, teniendo 50 años como investigador cultural, sigue aportando a su país y nosotros queremos reconocerlo”.

Villegas consideró que figuras como Benito Irady son un ejemplo y una referencia a imitar por los niños, la juventud, que, esta bien que algunos quieran ser peloteros, pero que otros sigan la trayectoria y se dediquen a investigar sobre nuestra cultura, nuestra tradiciones.

“Esas expresiones son las que le dan identidad a un país, sin desmedro del resto de los oficios. Un país es fuerte en la manera que su cultura es fuerte. Lo vemos aquí, en el invitado de honor, China, que es una potencia, sobre todo cultural, una cultura milenaria, desde las medicina hasta la industria editorial, la música, la tecnología, la gastronomía, una riqueza cultural que la hace indestructible”, expresó.

Zona de tolerancia

De Zona de tolerancia, el libro de Irady, Luis Britto García recordó que formó parte del jurado, junto con Salvador Garmendia, que premió la obra en un certamen.

Al libro lo describió como escrito con una prosa natural, desenfadada.

“Nos llamó la atención al jurado la naturalidad de la escritura, por momentos casi conversacional… Y esto no era una casualidad. Gran parte de los textos son esencialmente testimoniales, de un momento importantísimo para Venezuela como es la irrupción del petróleo. Recuerdo que uno de los personajes dice: y es que empezamos a sentir que venía algo, como un borbollón, que temblaba, que hacía ruido y aquello era el chorro de petroleo que iba a reventar momentos después. Son testimonios directos de gente que vivieron esas ocasiones”, relató Britto García.

Expresó García que Zona de tolerancia es un libro en el que se está gestando la Venezuela contemporánea y sus fuerzas específicas, económicas, sociales, culturales. Además de eso, se llama Zona de tolerancia, primero por la apertura con la cual admite textos con diversa entonación, algunos de narrativa, otros esencialmente de testimonios, pero además se narra esa marginalidad social de las zonas petroleras que se muestran en la miseria, en los centros de prostitución y en todo tipo de aprovechadores de la pobreza ajena y oportunista. “Es un cuadro bien interesante de una Venezuela que comenzó a vivir esas etapas y que luego Rodolfo Quintero y otros sociólogos tratarían de analizar a través del ensayo, del texto crítico, de la disquisición histórica”, agregó.

“Lo importante es que estos texto nos traen como un elemento vivencial de la época. No es un compendio estadístico, de cuando comenzó la explotación petrolera, cuántos trabajadores fueron al campo. Es el cuento echado por quienes lo vivieron. Algunos deben estar vivos”, dijo Luis Britto García.

Para Benito Irady el fenómeno del petróleo representó una manera de entender lo que después de muchos años se ha venido practicando y donde más se le identifica como es la diversidad cultural.

Dijo que desde un principio sintió una enerme curiosidad por saber cómo era eso, lo del petróleo y la gente que llegaba allí, a ese lugar donde nació, la Mesa de Guanipa, donde había fiestas en las que unas señoras usaban un vestido multicolor, los hombres usaban unas faldas azules llamadas penti y el Día de la Virgen de la Candela, el 2 de febrero, esa gente venía de los alrededores a bailar. Y por allí se encontraban norteamericanos que arrastraban el inglés. Irady los veía jugar en las máquinas traganíqueles. Algunos se quedaron a vivir y se casaron con venezolanas.

Irady se quedaba asombrado con la fiesta de Carnaval. El sitio se transformaba. Por un lado, gente de El Callao, de Trinidad y Tobago, con quienes aprendió cómo se fabricaba un tambor de metal. Había zulianos, gente de oriente, de Guayana.

“Ese espacio geográfico está entre el mar Caribe y el río Orinoco. Y cuando intenté descubrir de qué manera se extraía el petróleo me di cuenta de que no podía describirlo porque era algo muy complejo, y, como lo explicaba Luis, fui de alguna manera usando las palabras del pueblo para traducirla a esos breves relatos”, describió Irady.

Irady sostuvo que llegó a pensar que en la etapa entre 1899 y 1925 se empezó a diseñar algo de lo que somos ahora.

“Toda esa historia está entre ese tiempo, porque hay un personaje extraordinario que tuvo 74 hijos en 33 mujeres, que vino a Caracas en 1899. Ese personaje que todos ustedes conocen se llamó Juan Vicente Gómez. El petróleo, las rocas, el mar, los ríos, las tierras, las sabanas, todo le pertenecía, y Juan Vicente Gómez les entregó nuestras tierras, primero a los ingleses, lo que fue la Gran Bretaña, y después a los norteamericanos… Esa historia es fascinante porque antes de que se transformaran Caracas y las grandes ciudades, sin saberlo, sin que nadie lo hubiese decretado, comenzó a hacerse un país llamado Venezuela por la aparición del petróleo, y la vida en los campamentos petroleros hay que estudiarla mucho más”, agregó.

T/ Manuel Abrizo
T/ Gustavo Frisneda
Caracas