La escudería de la marca de bebidas energéticas, podría haber decidido poner fin a su relación con Renault. Red Bull rompe el contrato que les ligaba a los franceses hasta finales de 2016, según medios británicos. De este modo, se acabaría una de las relaciones más exitosas de la historia de la Fórmula 1. Desde 2010 hasta 2013 los austriacos ganaron los cuatro títulos de pilotos y de constructores con un motor Renault colocado en su monoplaza. Pero a partir de 2014 y en especial en 2015, las relaciones entre ambas marcas empezaron a enfriarse, hasta llegar a tal punto que a finales de este año pondrán punto y final a su relación.
La mala calidad de la unidad de potencia de Renault ha sido el punto de inflexión que habría hecho a Red Bull decidir no cumplir el contrato que tenían en vigor, y cuando acabe esta temporada, los franceses dejarían de suministrarles motores. En lo que va de temporada, la escasa fiabilidad de la unidad de potencia francesa ha obligado a montar a esta altura de campeonato, hasta siete motores en cada uno de los dos monoplazas.
Esta decisión parece que también se trasladaría a la escudería filial de los austriacos, Toro Rosso. De este modo, los galos dejarían de suministrar motores a todas escuderías a las que actualmente motoriza. La intención de Renault es comprar el equipo Lotus, volviendo a ser una escudería dentro de la Fórmula 1. La otra opción que tienen es desaparecer por completo de la máxima competición del automovilismo, porque el equipo Lotus está casi en la quiebra total.
Pase lo que pase, está claro que la presencia de Renault dentro del gran circo se reducirá bastante tras no proporcionarle motores a Red Bull y Toro Rosso, que montarán motores Mercedes o Ferrari la próxima temporada. Pronto sabremos si las informaciones que aportan desde Reino Unido son ciertas, por el momento sólo podemos decir en claro que son ‘suposiciones’.