Referéndum consultivo por el Esequibo: La ruta hacia una paz sostenible en América del Sur

La controversia en torno al Esequibo, un territorio rico en recursos naturales que ha sido objeto de disputa entre Venezuela y Guyana durante décadas, continúa siendo un asunto de gran relevancia en América del Sur. En este rincón del continente, la soberanía y la población de la patria de Bolívar están intrincadamente vinculadas a la resolución de esta compleja controversia territorial.

La iniciativa de llevar a cabo un referendo consultivo para que la población venezolana se pronuncie sobre los derechos del país en relación al Esequibo tiene implicaciones significativas en el corto, mediano y largo plazo, que merecen ser examinadas con profundidad.

El referendo consultivo: Un nuevo desarrollo

La propuesta del referendo, presentada por la Asamblea Nacional de Venezuela, busca permitir al pueblo venezolano, mediante el voto directo y secreto, tomar decisiones cruciales en cuanto a la defensa de los derechos de Venezuela sobre el territorio de la Guayana Esequiba.

Este planteamiento representa una clara manifestación de la voluntad del pueblo venezolano de buscar una resolución pacífica y fundamentada en la consulta permanente, un principio consagrado en la Constitución de 1999.

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, ha subrayado la importancia de recuperar el derecho histórico y jurídico de Venezuela sobre el Esequibo. En sus palabras, la Guayana Esequiba es «de Venezuela, y así lo certifican documentos históricos y jurídicos».

En este sentido, el jefe de Estado ha rechazado reiteradamente las acciones de Guyana en la concesión de bloques de las aguas en disputa y ha acusado al gobierno guyanés de actuar en connivencia con transnacionales petroleras.

La propuesta fue presentada por el presidente de la Asamblea Nacional, diputado Jorge Rodríguez, amparado en el artículo 79 del Reglamento Interior y de Debates y el 71 de la Constitución Bolivariana.

En sus últimas declaraciones sobre este particular tema, Rodríguez ha enfatizado la importancia de este referendo como un mecanismo para que «el pueblo ordene directamente las acciones que el Gobierno debe tomar para defender el Esequibo».

La ruta a seguir

Jorge Rodríguez ha explicado los pasos a seguir en lo que respecta a la organización de este referendo. El proceso se desarrollaría antes de finales de 2023 y consistirá en dirigirse al Consejo Nacional Electoral para que admita las preguntas y convoque al referendo consultivo. La intención es que esta consulta se lleve a cabo antes de que termine el año en curso.

Implicaciones positivas a corto plazo:

Desde 1999, los gobiernos de Venezuela han mantenido una diplomacia de paz, orientada a buscar un arreglo en el espíritu del Acuerdo de Ginebra de 1966. En este sentido, la propuesta del referendo puede contribuir a reducir las tensiones entre Venezuela y Guyana, al buscar una solución pacífica respaldada por la voluntad del pueblo venezolano.

Además, la consulta por vía del voto directo y secreto refuerza el carácter democrático del proceso y puede ser un paso significativo hacia la resolución del conflicto.

Así, queda demostrado una vez más que los ciudadanos tienen la oportunidad de participar directamente en asuntos de gran relevancia para el país, ejerciendo su derecho democrático de decisión.

Implicaciones a mediano y largo plazo:

Las relaciones internacionales de Venezuela se verán influenciadas por la forma en que se maneje el referendo y su resultado.

La percepción internacional de la resolución de la disputa es un elemento crucial. La comunidad internacional observa de cerca cómo los países involucrados abordan esta controversia y cómo se refleja en sus relaciones diplomáticas.

La resolución final de la disputa, ya sea a través de un referendo o de negociaciones, tendrá un impacto significativo en la cooperación económica y el desarrollo sostenible en la región.

La Guayana Esequiba es una región rica en recursos naturales, incluyendo petróleo y minerales, y una resolución pacífica podría allanar el camino para la explotación conjunta de estos recursos en beneficio mutuo.

Reacciones internacionales y tensiones

El escenario internacional se ha vuelto más complejo a raíz de las recientes tensiones entre Venezuela y Guyana, exacerbadas por las declaraciones del gobierno de Estados Unidos en apoyo a las licitaciones petroleras de Guyana en áreas en disputa.

La posición de Estados Unidos ha sido percibida por Venezuela como una amenaza a su soberanía sobre el Esequibo. En respuesta, el gobierno de Guyana ha defendido un supuesto derecho a llevar a cabo actividades económicas en este territorio.

Las tensiones se intensificaron aún más después de las declaraciones del subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian Nichols, en las que expresó el respaldo de Washington a las licitaciones petroleras de Guyana en la zona reclamada por Venezuela.

Opiniones de líderes venezolanos

El presidente Nicolás Maduro ha rechazado la posición de Estados Unidos y ha reafirmado la soberanía de Venezuela sobre el Esequibo. En sus palabras: «La Venezuela de Bolívar no cederá ante pretensiones ilegítimas de despojo territorial. Tengan la seguridad de que la verdad se impondrá ante estas viles pretensiones y la Venezuela de Bolívar triunfará».

Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, ha subrayado la importancia de la consulta y la necesidad de que el pueblo venezolano se pronuncie sobre la defensa del Esequibo.

Rodríguez ha destacado que la consulta no versa sobre si el Esequibo es de Venezuela, ya que ese supuesto está plenamente aceptado, sino sobre cómo el pueblo desea que el Gobierno defienda este territorio.

El referendo consultivo propuesto por el Parlamento venezolano es un hito significativo en la larga disputa del Esequibo. Aunque el resultado y las implicaciones a largo plazo permanecen inciertos, es fundamental comprender que la voluntad del pueblo venezolano es un factor determinante en este proceso.

La forma en que se aborde esta cuestión no solo influirá en la resolución de la disputa sino también en la paz y la estabilidad de la región en los próximos años.

La controversia del Esequibo persiste como un tema fundamental en la política y las relaciones internacionales de América del Sur, y su resolución pacífica es esencial para promover una paz sostenible en la región.

En medio de tensiones y desafíos, la diplomacia y la participación ciudadana emergen como faros de esperanza en la búsqueda de un futuro en el que la paz prevalezca sobre la discordia.

T/José M Carasquel