A un año del Consejo de Ministros del 20-10-20l2, se imponen algunas reflexiones:
Por un lado, el carácter verdaderamente democrático del socialismo, opuesto a la antidemocracia capitalista, tema que hace pensar en una reflexión de Carlos Escarrá Malavé en torno a la concepción de los gobiernos del Pacto de Punto Fijo, en los que más que democracia, lo que había era partidocracia y plutocracia (muy similar a la concepción estadounidense, por cierto).
Por otro lado, el tema del Poder Popular y sus leyes, como el caso de la «Ley Orgánica del Poder Popular» y un bloque de leyes que le acompañan, impulsadas con la idea de profundizar este bastión de la participación política y de la verdadera democracia «del pueblo, por el pueblo y para el pueblo», según el mandato constitucional referido a la soberanía popular.
Otro elemento de aquel “golpe de timón”: la autocrítica. Expresión referida al perenne conflicto con los medios de in-comunicación, con la operatividad de un central azucarero, con la construcción de viviendas sin planificación de las Comunas.
La comprensión de que estas Comunas son células fundamentales del Estado, bajo la égida del ejemplo chino impulsado por Mao Tse Tung, explicada en el Aló, Presidente Teórico No 1, y fundamentadas en el nuevo modelo productivo integral contenido desde el Plan de la Nación 2007-2013.
En el trasfondo de todo, la internalización de la conciencia de clase que permita identificar a quién deben beneficiar las políticas del Gobierno venezolano.
Y finalmente -más por razones de espacio que otra cosa-, una autocrítica muy importante y que poco se comenta.
Decía Bolívar en carta a su hermana María Antonia en 1825, que «La instrucción es la felicidad de la vida; y el ignorante, que siempre está próximo a revolverse en el lodo de la corrupción, se precipita infaliblemente en las tinieblas de la servidumbre»… para él, esta instrucción debía serlo también en virtudes y valores, donde «moral y luces» son las bases del nuevo ciudadano, y de la nueva República, y de la «nueva ética política soberana, nacional, nacionalista», a la que nos convocó el presidente Nicolás Maduro en su discurso ante la Asamblea Nacional, recordando al gigante comandante Hugo Chávez en la necesidad de estudio y formación ética, moral e instrumental; de cara a la construcción del verdadero socialismo bolivariano.