Buen vivir para el pueblo|Casas de Alimentación de Yaracuy se transformarán en centros socioproductivos

La Fundación Programa de Alimentos Estratégicos (Fundaproal) impulsa la conversión de las 127 Casas de Alimentación que administra en Yaracuy a centros de atención integral, donde se desarrollarán proyectos socioproductivos.

Miralys Orellana, analista de gestión social de la institución, informó que el plan contempla transformar las Casas de Alimentación en centros de formación y de planificación de propuestas productivas, que involucren a las personas que reciben los almuerzos y a las madres procesadores que los atienden.

El Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) asesora y ayuda en la elaboración de los proyectos, que abarcan áreas como dulcería criolla, comedores populares, panaderías socialistas e instalación de puestos de chicha.

Recordó que el programa inició en 2004 para atender a la población excluida de los sectores más susceptibles, que vivía en pobreza extrema o no tenía acceso a los nutrientes necesarios para satisfacer las necesidades alimentarias básicas.

En Yaracuy, al principio, las casas recibían 150 personas por día, luego bajaron a 90 y progresivamente disminuyen la cantidad de atendidos, debido a que éstos van superando sus condiciones socioeconómicas o se incorporan en programas y misiones como En Amor Mayor, Hijos de Venezuela o Saber y Trabajo.

Los primeros proyectos se orientaron en la instalación de tres puntos de venta de Nutrichicha, en los que participan dos madres elaboradoras por puesto. Uno se instalará en el municipio Bolívar y dos en Trinidad.

Nutrichicha es una fórmula enriquecida con vitaminas y minerales de la tradicional chicha venezolana, elaborada por el Instituto Nacional de Nutrición. La bebida se expenderá en carritos ambulantes, preparados con maquinaria de última tecnología, que serán atendidos por las madres elaboradoras siguiendo estrictos controles de calidad e higiene.

Esbel Mujica, madre elaboradora de una Casa de Alimentación en Aroa, Bolívar, recibió uno de los carritos para que lo trabaje con otra compañera del centro alimentario, que ahora se convierte en centro de formación y atención integral.

“Trabajamos durante siete años y vimos como en este tiempo ayudamos a erradicar la pobreza extrema y mejorar la calidad de vida de quienes a diario asistían a recibir sus almuerzos. Con mucha satisfacción le decimos a nuestro comandante eterno, Hugo Chávez, que cumplimos la misión”, refirió Mujica.

Fuente/AVN