Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) mejoran progresivamente su organización y operatividad en el estado Yaracuy, donde la semana pasada distribuyeron 910 toneladas de productos y atendieron 75.000 familias, cifras récord registradas para el sistema popular de abastecimiento que comenzó hace cinco meses.
El gobernador de la entidad, Julio León, informó este lunes que la semana pasada se atendieron 266 comunidades, a las que se distribuyó 840 toneladas. También se realizó el mercado popular soberano en el parque Severiano Giménez, San Felipe, donde se expendieron 70 toneladas.
Resaltó que las jornadas están enmarcadas dentro de las acciones impulsadas por la Misión Abastecimiento Soberano.
“Este es un esfuerzo conjunto Pueblo y Gobierno, que realizamos para enfrentar la guerra económica y garantizar el abastecimiento de productos prioritarios a la población, con la entrega directa casa por casa con los CLAP y con el mercado popular soberano, que realizamos semanalmente en San Felipe y que en los próximos días extenderemos a otros municipios», dijo.
El mandatario estadal recordó que la mayor parte de los productos distribuidos los abastece la red Mercal, la empresa Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval), productores agropecuarios y los CLAP productivos.
En el plan también se involucran empresarios privados, quienes ofrecen sus productos a precios justos y se suman a la acciones que el Gobierno revolucionario emprende para combatir la guerra económica.
Con la red popular de distribución se atiende a 70 % de la población yaracuyana, de manera oportuna y efectiva, con una frecuencia de abastecimiento de res semanas. aproximadamente.
María González, del sector Cantarrana, municipio San Felipe, destacó que gracias a la organización popular se hace frente a los efectos de la guerra económica y se garantiza el suministro de productos esenciales a los hogares venezolanos.
“Los CLAP es la más efectiva forma de organización que el pueblo ha alcanzado para enfrentar esta guerra económica y lograr que todos tengamos comida en nuestras casas. Creyeron que iban a hacernos sucumbir atacando nuestros estómagos, pero no contaron con la organización del pueblo”, subrayó.