Los actos vandálicos ocurridos en Tucupita, capital de Delta Amacuro, el jueves pasado no surgieron de la espontaneidad, por alguna necesidad del pueblo, sino que fueron inducidos por la derecha, denunció la gobernadora de Delta Amacuro, Lizeta Hernández.
«Delta Amacuro no es un pueblo violento, es un pueblo de hombres y mujeres de bien, de hombres y mujeres de paz, y lo sucedido el día jueves fue inducido por la derecha dirigida por Lilian Tintori», sentenció Hernández, en un video publicado en la red social Twitter por la enviada especial de Telesur a la entidad, Madelein García.
Tintori es la esposa de Leopoldo López, político de derecha privado de libertad por incitar a la violencia en 2014, en el plan desestabilizador e insurreccional llamado La Salida, que dejó un saldo de 43 muertes y más de 800 heridos. El miércoles pasado Tintori realizó una visita a la entidad del oriente del país, y un día después ocurrieron estos hechos, como ha pasado en otros puntos del país tras su visita.
Contrario a lo que medios de la derecha quieren hacer ver, mintiendo al decir que se estableció un toque de queda en Tucupita, las autoridades de seguridad se activaron para mantener el orden y resguardar a la ciudadanía, pero no se estableció ninguna restricción. De acuerdo con el reporte de García, el pueblo se encuentra este domingo «apacible y tranquilo».
De las 153 personas detenidas en Tucupita fueron liberados 130, de ellos 33 eran menores de edad y 77 quedaron con medidas cautelares. Al respecto, la gobernadora Hernández señaló que están privados de libertad porque estaban «saqueando, saboteando e induciendo a la violencia».
Asimismo, entre los videos publicados por la periodista de Telesur se observan los registros audiovisuales de una farmacia que fue saqueada –entre otros negocios como licorerías–, de los cuales no se llevaron ni alimentos ni medicamentos sino gelatina para el cabello, champú, refrescos, preservativos y lubricantes sexuales.
«Lo que ocurrió en Tucupita fue vandalismo, en la farmacia no tocaron el pasillo donde estaba la comida», expresó el hombre que mostró los videos de seguridad del lugar, identificado como Francisco, quien agregó que si bien existe una situación que no se puede negar para conseguir los alimentos –producto de la estrategia de la derecha para desestabilizar al país, como parte de la guerra económica caracterizada por el acaparamiento, los sobreprecios y el contrabando de alimentos y medicinas, así como de productos de higiene personal– «lo que ocurrió no fue por hambre».
«Del pasillo de alimentos no se llevaron nada –aunque había pasta, salsa de tomate y atún y sardina en lata, entre otros productos– (…) No se llevaron ni siquiera el papel toilet, no se puede negar que hay una situación difícil, pero esto no es por hambre», ratificó Francisco.
La reportera subió un video en el cual un ciudadano de Tucupita denunciaba que en una semana el kilo de yuca subió de 600 a 1.200 bolívares, en una clara demostración de que se busca generar un clima de inestabilidad al cerrarle las vías alternativas de consumo a la población.
Para hacer frente a la situación irregular ocurrida el día jueves y atender las demandas de la población, la gobernadora Hernández se reunió con el Estado Mayor Conjunto para establecer los parámetros de seguridad. Igualmente, se realizó una distribución de alimentos a Pernales, uno de los cuatro municipios de Delta Amacuro, al cual se llega por transporte fluvial, con el fin de abastecer a esta comunidad.