Advierte que colombianos buscan crear un incidente fronterizo | Guardia Nacional Bolivariana desmintió deportación de efectivo militar venezolano por parte de Colombia

La información difundida por medios del vecino país, y de la cual se han hecho eco algunos medios nacionales, exponía que el efectivo militar había sido apresado por la Armada Colombiana por haber incursionado ilegalmente a territorio neogranadino, donde habría realizado varios disparos, lo que a su vez habría obligaso a los efectivos militares colombianos a apresarlo.

Hechos tergiversados

El general Mijares afirmó que los hechos fueron tergiversados para ocultar el abuso de las autoridades colombianas, general, quien explica que en horas de la tarde del día 27 de enero hubo un procedimiento en el muelle del sector de Puerto Páez, para evitar el contrabando de mercancía hacia el vecino país.

En el operativo, el sargento Gómez Martínez se encontraba haciendo una inspección en compañía de otros guardias nacionales e integrantes del Seniat a las embarcaciones que se encontraban en el lugar.

“El efectivo abordó uno de los bongos que contenía un cargamento de presunto contrabando de alimentos y combustible, y cuando fue a realizar la inspección el motorista encendió el motor y arrancó en dirección al territorio colombiano de Puerto Carreño. Este efectivo (Gómez Martínez) para no hacerle daño al tripulante, disparó al motor para inhabilitarlo”.

El general Mijares explicó que el sargento venezolano pudo detener el funcionamiento del motor, por efecto de la corriente del río la embarcación encalló en una de las playas adyacentes al territorio colombiano, donde fue detenido por efectivos de la hermana República.

“El capitán encargado de la llevar adelante las inspecciones de contrabando, se trasladó al otro lado del río Meta para disuadir a los militares colombianos que entregaran al efectivo venezolano, a lo que hicieron caso omiso; inclusive también intentaron llevárselo detenido”, comentó Mijares.

No obstante, el sargento Gómez Martínez fue presentando ante el Ministerio Público colombiano, y la fiscal encargada ordenó su libertad inmediata debido a que fue llevado en contra de su voluntad. Sin embargo, el efectivo permaneció detenido por más de 24 horas.

Una actitud sospechosa

“Finalmente, denunció Mijares, el día 28 en la noche el guardia es entregado en Puerto Carreño al cónsul venezolano, supuestamente en forma amistosa y verbal, es decir, no fue expulsado ni deportado por el gobierno colombiano, pero lo curioso de todo esto es que le retiene el fusil, la carga básica de sus municiones y el chaleco antibalas”.

Las autoridades colombianas, que no dieron ninguna explicación al Gobierno venezolano, dejaron en libertad al tripulante de la embarcación que estaba bajo investigación por supuesto contrabando. El general Mijares informó que, no obstante, este último luego fue detenido cuando intentaba ingresar de nuevo a territorio nacional y se encuentra a la orden del Ministerio Público.

Finalmente, el general Mijares expresó su suspicacia ante el comportamiento mostrado por los efectivos colombianos: “nosotros creemos que este tipo de acciones son deliberadas y orquestadas por ordenes “de arriba”, que buscan crear un incidente fronterizo para justificar cualquier acción en contra del Gobierno Nacional, por ello la Cancillería solicitará una explicación por la retención del armamento del efectivo”.

T/Raúl Méndez