Estados Unidos registró 78 casos de sarampión la semana anterior y el total en 2019 es de 704, la cifra más elevada en 25 años, informaron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
La dolencia, cuyos síntomas incluyen tos, secreción nasal, inflamación de los ojos, dolor de garganta, fiebre, un sarpullido rojo y manchas en la piel, afectó a 963 personas en 1994.
Según la fuente, el padecimiento, que se declaró erradicado en este país en 2000, impactó en 22 de los 50 estados, principalmente en Nueva York, y la tercera parte de los casos contabilizados hasta el último 26 de abril son niños menores de cinco años de edad.
También, agregó, 66 enfermos necesitaron de hospitalización para tratarse el padecimiento, y 44 lo adquirieron durante viajes realizados al exterior.
Robert Redfield, director de las referidas instituciones sanitarias, apuntó en un comunicado que las vacunas son seguras contra este mal, y descartó que causen autismo, como señalan voces desconocedoras del tema.
Manifestó que se trabaja para convencer al más del cinco por ciento de las personas que deciden no vacunar a sus hijos.
«Resulta imperativo rectificar la información errónea y tranquilizar a los padres temerosos para que protejan a sus descendientes de las enfermedades con un impacto duradero en la salud», afirmó.
A juicio de Redfield, casi el 1,3 por ciento de los niños menores de dos años (unos 100 mil) no han sido vacunados, lo cual los hace vulnerables al brote actual de sarampión.