El primer ministro británico, David Cameron, advirtió este jueves que si las empresas desean hacer negocios en su país deberán pagar los impuestos que les corresponden.
«Los individuos y las empresas deben pagar lo que les corresponde», dijo Cameron en un discurso en el Foro Económico Mundial en Davos, que se desarrollará hasta el domingo con la expectativa de lograr una reanimación del optimismo en la economía mundial.
El Primer Ministro sostuvo que es un conservador que está a favor de los impuestos bajos, pero no es de los que creen que las compañías deberían estar exentas de pagos.
Comentó que esto es un problema para todos los países, por lo que llamó al grupo de los ocho más industrializados a concentrarse en atacar la evasión de impuestos.
Si bien Cameron no mencionó a ninguna empresa en especifico, en diciembre pasado el comité de cuentas públicas del Parlamento británico calificó de inmorales a las transnacionales Starbucks, Google y Amazon por evadir el pago de los llamados impuestos corporativos en el país.
Presidido por la laborista Margaret Hodge, el comité concluyó que las razones expuestas por las tres compañías para justificar sus estrategias fiscales son poco convincentes e instó al gobierno a tomar medidas.
Esto es un escándalo y un insulto a las empresas e individuos británicos que sí pagan sus impuestos como corresponde, expresó Hodge.
Según la parlamentaria, firmas como las cuestionadas y con enormes operaciones de negocios en Reino Unido generan cantidades significativas de ingresos y se las arreglan para pagar poco o nada de los impuestos corporativos.
De acuerdo con el comité, Starbucks, Google y Amazon explotan sus estructuras y la legislación fiscal vigente para trasladar al extranjero beneficios generados por su actividad en el país.
Asimismo consideró que la utilización de las leyes fiscales nacionales e internacionales por parte de estas empresas «para minimizar inmoralmente sus obligaciones fiscales no se puede defender».
Los ejecutivos de las transnacionales citadas son investigados por el Parlamento ante denuncias de evasión fiscal, al minimizar la cantidad a pagar por dicho concepto impositivo.