Si existe alguna duda en cuanto a que la venta de armas tiene prioridad sobre los derechos humanos o inquietudes acerca de que puede exacerbar las tensiones regionales, el Gobierno británico lo ha desestimado, según el periódico.
El primer ministro y el secretario de Defensa del Reino Unido, David Cameron y Philip Hammond, respectivamente, han estado tratando en los últimos días de persuadir a los reyes de los EAU y Baréin para que compren aeronaves Typhoon, siguiendo el ejemplo de Arabia Saudí y Omán.
Ambos funcionarios británicos han participado en intensas negociaciones con autoridades bareiníes sobre la venta de 12 aeronaves Typhoon en un acuerdo valorado en más de mil millones de libras esterlinas.
Cameron se ha reunido recientemente con el príncipe heredero emiratí, el sheij Mohamad bin Zayed al-Nahyan, con el fin de convencerlo de adquirir 60 aviones de combate Typhoon, un acuerdo en torno a los 6 mil millones de libras esterlinas.
Los saudíes, el mayor cliente de armas británicas, ha comprado 72 aviones de combate Typhoon, mientras los omaníes han adquirido 12, en un acuerdo respaldado por un préstamo de 2 mil millones de libras esterlinas con garantía del Gobierno de Londres.