Reino Unido asumió este domingo la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad de la ONU, cargo que ocupará en noviembre con una agenda que debe incluir los conflictos en Siria, Yemen y Libia y el combate al terrorismo.
El país europeo, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo, prevé celebrar un debate abierto sobre las sociedades pacíficas y la prevención de conflictos, bajo el recurrente punto del mantenimiento de la paz y la seguridad.
Este lunes, el órgano integrado por 15 países definirá su programa de trabajo mensual, el cual será informado al resto de los integrantes de Naciones Unidas y a la prensa, como es tradicional.
Además de las principales crisis, el Consejo abordará el funcionamiento de misiones de la ONU, entre ellas la desplegada en Somalia (Unsom).
A propósito de ese país africano, trascendió aquí que el canciller británico, Philip Hammond, y el presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud, encabezarán una sesión dedicada a analizar el tema de la piratería.
El accionar de grupos terroristas como el Estado Islámico, el Frente Al Nusra y Boko Haram en el Medio Oriente y el Norte de África debe también ocupar importantes espacios en las reuniones del Consejo de Seguridad en noviembre.
Junto a Reino Unido, Estados Unidos, Rusia, China y Francia tienen escaños permanentes y derecho al veto, mientras los no permanentes en la actualidad son España, Angola, Chad, Chile, Jordania, Lituania, Malasia, Nueva Zelanda, Nigeria y Venezuela.