Pudiera ser para el 2017, aunque no existe ningún pronunciamiento oficial|Religiosos colombianos perfilarán cronograma para visita del Papa

El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro, viajó al Vaticano para reunirse con el papa Francisco y definir la fecha de la visita del Sumo Pontífice a la nación andina, confirmaron este martes noticiarios locales.

El encuentro entre ambos será el sábado próximo, momento cuando perfilarán la agenda de Su Santidad en el país suramericano, precisó RCN La Radio.

Castro viajó a Roma junto a un grupo de obispos, quienes lo acompañarán en dichas gestiones.

El máximo representante de la Iglesia Católica pudiera arribar a Colombia en 2017, aunque no existe aún ningún pronunciamiento oficial al respecto.

Durante la conversación, el presidente de la Conferencia Episcopal explicará al Papa los avances de las pláticas entre el Gobierno y las insurgentes FARC-EP en busca de un tratado de paz.

Desde 2012, representantes gubernamentales y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) dialogan en la capital cubana para hallar una salida concertada al conflicto interno, que dura más de medio siglo.

La máxima autoridad del Vaticano ha reiterado su respaldo a tales misiones a través de sucesivos mensajes en los que exhortó a los colombianos a perseverar en la búsqueda de la reconciliación nacional.

En sus alocuciones navideñas y de comienzos de año el monarca de la Santa Sede destacó los esfuerzos para terminar por la vía civilizada la conflagración, única en el continente.

Según lo proyectado por ambas delegaciones (Gobierno-insurgencia), tales gestiones pacificadoras podrían terminar de manera exitosa este año, en tanto a lo interno del país esperan el comienzo de negociaciones formales con el también guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN).

La contienda ha dejado unos 300 mil muertos; el registro general de víctimas sobrepasa la cifra de siete millones de ciudadanos, en su mayoría en condición de migrantes o desplazados.

Texto/ Prensa Latina