Las fachada lateral que recibe al público del Museo Alejandro Otero (MAO) fue ocupada por una intervención gigante titulada El día de los Trífidos, de la venezolana radicada en Londres, Renata Fernández, como parte de su exposición Trópico camuflado, que se inauguró ayer en la Sala 6 del centro cultural de La Rinconada.
Las gigantografías ocupan los cuatro nichos de la fachada y cada uno mide 10 metros de alto por 7,6 de ancho. Esta intervención recoge parte de los dibujos de carboncillo sobre papel de gran formato de la flora tropical que desbordan los jardines de Caracas expuestos en el interior del museo. Estas obras que parecen calcadas de la realidad fueron terminados este año. Cada dibujo se llevó hasta 24 horas de dedicación. Mucho tiempo, cuando se trata de una artista-madre con una niña pequeña.
“Tuve que trabajar muy intensamente. Además tarde un año cocinando el concepto”, admitió Fernández en una conversación con el Correo del Orinoco.
Para esta exposición “retomé el imaginario de la jungla urbana caraqueña”, comentó.
La serie de dibujos es lo más atractivo de la exposición, por la maestría con la que la también escultora delineó las plantas y su leve movimiento por el viento. Trópico camuflado reúne también los estudios –en pintura y esculturas– que la artista preparó especialmente durante dos años para esta muestra en el Museo Alejandro Otero, a partir de una foto de la prensa británica sobre un soldado en Irak, que la llevó a reflexionar sobre el camuflaje, la flora y lo humano.
Fernández, que no exponía en su país desde los años noventa, visita frecuentemente Venezuela. Cuando se fue a Londres era solo por un tiempo y no pensó que establecería su residencia en Inglaterra, donde ha continuado su carrera de artista plástica que la ha llevado a galerías del Reino Unido, España, Francia y Bélgica.
“No es muy fácil vivir del arte allá (Londres), las calles no están pavimentadas con oro ni mucho menos, el entrenamiento de haber sobrevivido aquí (en Caracas) y seguir trabajando es necesario para estar allá, es uno de los lugares más difíciles que hay el mundo occidental”, confesó.
La artista dice que se mantiene en la capital británica porque le ofrece “estimulación constante” y mayores oportunidades para el intercambio cultural. Además, en Londres debe competir “con Dios y su esposa, como dicen los ingleses” y tiene la sensación de que puede hacer lo que quiera, porque inevitablemente no puede complacer a todos o a nadie.
Fernández exhortó al público a visitar el Museo Alejandro Otero por la labor que hace el ente para promocionar el arte contemporáneo.
HACE UNA DÉCADA
Trópico camuflado cuenta con la curaduría de Manuel Sanmartín, quien se preocupó para que la exposición llegara a Venezuela.
Este investigador venezolano que también produce eventos artísticos en Inglaterra y otros países de Europa, sostiene que las obras en la exhibición inaugurada ayer no solo reflexionan sobre al camuflaje y el paisaje, sino que de las piezas surge “una belleza amenazante” que se apodera de lo que está a su alrededor.
LOS DEL ÉXODO
La directora del museo, Morella Jurado, explicó que la exposición Trópico camuflado forma parte de la línea de investigación que adelanta el ente sobre los artistas del éxodo, para traer el MAO la obra de creadoras y creadores criollos que por cualquier razón se fueron y no han expuesto en Venezuela desde hace más de una década.
Jurado precisó que la exhibición de Renata Fernández se preparó desde hace año y medio, por el trabajo de producción, el traslado de las obras, la realización de la intervención en la fachada del MAO y la obtención de los recursos financieros.
“La idea es que todos los artistas que vengan, los que tengan alguna posibilidad, puedan tomar el museo, que el recinto sea un espacio de experimentación, eso es lo que queremos en el Museo Alejandro Otero”, expresó la directora del ente.
Hasta el mes de febrero de 2014 se podrá apreciar en el Museo Alejandro Otero la muestra Trópico camuflado, finalizó Jurado.