Renuncia ministro de Ambiente de Brasil investigado por la deforestación de la Amazonía

El ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, renunció este miércoles al cargo en medio de las acusaciones por, presuntamente, promover el tráfico de madera a Europa y EEUU.

El presidente Jair Bolsonaro exoneró a Salles a pedido suyo, y nombró en su reemplazo a Joaquim Alvaro Pereira Leite, según consta en el Diario Oficial del Palacio de Planalto.

Hasta hoy, Pereira Leite oficiaba como titular de la Secretaría de la Amazonía y Servicios Ambientales de Brasil, y anteriormente fue asesor de la Sociedad Rural de ese país (SRB).

La gestión de Ricardo Salles, de 46 años, estaba bajo el análisis de la Justicia, luego de que la Corte Suprema ordenara hace un mes atrás una investigación sobre las acusaciones que lo vinculaban a un supuesto plan de tala y contrabando ilegal de madera del Amazonas.

Salles negó todas las incriminaciones. Y en un pronunciamiento realizado este miércoles, luego de su renuncia, señaló: «He vivido en estos dos años y medio muchas disputas, intentos de darle a estas medidas un carácter de falta de respeto a la legislación, lo cual no es cierto».

En el marco de las pesquisas, el máximo tribunal ordenó allanar la sede de su ministerio y la destitución de 10 de sus funcionarios sospechados de corrupción, entre ellos, la de Eduardo Bim, presidente del Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama).

Previamente, en julio del año pasado, la Fiscalía brasileña pidió la destitución del ahora exministro de Medio Ambiente por «destrucción dolosa de las estructuras de protección ambiental» que han contribuido «decisivamente» a aumentar la deforestación y los incendios, especialmente en la región amazónica.

Salles, un controvertido funcionario muy cercano al presidente y con fuertes vínculos con el empresariado ruralista, había quedado envuelto en otra polémica, cuando en una reunión ministerial del 22 de abril de 2020 sugirió a Bolsonaro que el gobierno aproveche la pandemia de coronavirus para «ir más allá del ganado», cambiando las normas ambientales.

En 2019, la selva Amazónica sufrió más de 74.000 incendios forestales, una catástrofe que provocó incluso una crisis internacional y diplomática, ya que esta reserva es esencial para el equilibrio climático del planeta.

F/RT