Los republicanos buscaron este sábado mantener la presión sobre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al culparlo de los elevados precios de los combustibles y el alto desempleo en el país.
El mandatario estadounidense también fue criticado por sus esfuerzos para aumentar los impuestos a los millonarios.
Desafortunadamente, en lugar de trabajar juntos para aprobar soluciones bipartidistas que alivien la presión sobre la carencia de puestos de trabajo, esta administración se centra en cosas equivocadas, estimó el senador republicano por Roy Blunt.
«Existen casi 13 millones de estadounidenses desempleados; lo último que necesitamos es aumentar los impuestos y crear una mayor incertidumbre para quienes generan puestos laborales», estimó Blunt durante la alocución semanal del Partido Republicano, respuesta al discurso sabatino por radio e Internet del mandatario.
El senador citó una reciente encuesta de la Cámara de Comercio Estados Unidos, que refiere que la incertidumbre sobre el costo de los carburantes constituye una de las principales preocupaciones de las pequeñas empresas.
De igual forma, arremetió contra Obama por negarse a aprobar la construcción del oleoducto Keystone XL.
Desde hace meses los del llamado partido rojo defienden el proyecto de instalación de las tuberías de dos 700 kilómetros, las cuales llevarían petróleo desde las arenas bituminosas de la provincia canadiense de Alberta hasta Texas, en la costa del Golfo de México.
La Casa Blanca insiste en su negativa a aprobar la construcción del ducto escudada en resquemores ambientales dado el peligro de derrames en una zona altamente sensible, debido a la existencia de importantes mantos acuíferos esenciales para la agricultura y el consumo humano.
Expertos advierten que las verdaderas razones para oponerse al proyecto estarían en evitar irritar a grupos ecologistas, un importante sector de los potenciales votantes que garantizarían la reelección del jefe de Estado en noviembre próximo.
Blunt atacó asimismo la Regla Buffett, propuesta de la administración que elevaría hasta 30 por ciento las tasas impositivas para los millonarios, decisión que dio su traspié inicial en el Senado esta semana cuando la oposición de los conservadores abortó la probable discusión en el hemiciclo.
El senador calificó la Buffet de «un truco que no haría nada para crear puestos de trabajo o reducir los precios de los combustibles».
«Empleo, empleo y empleo debe ser el número uno, dos y tres dentro de las prioridades nacionales del gobierno federal», concluyó.