Contradicen posición de Hillary Clinton|Republicanos insisten en nominar a Palmer como embajador en Venezuela

Aunque el vocero del Departamento de Estado, Philip Crowey, había dicho el pasado lunes que la Casa Blanca buscaría «un nuevo nominado» para la embajada de Estados Unidos en Venezuela, justo después de la toma de posesión de la mayoría republicana en el Congreso norteamericano, el mismo portavoz declaró que Washington mantendría la postulación de Larry Palmer como representante diplomático en Caracas.

«Ha habido sugerencias del presidente (venezolano Hugo) Chávez de que estamos buscando otro candidato, y la respuesta es que no estamos buscando a otro candidato», señaló Crowley en rueda de prensa.

«Estamos preparados a quedarnos como estamos por tiempo indefinido», agregó el portavoz en referencia a la ausencia de embajadores en las representaciones diplomáticas de ambas naciones y precisó que corresponde ahora a la Casa Blanca decidir el próximo paso.

El repentino cambio de actitud de Washington respecto a la nominación de Palmer, que según Crowley había quedado «sin efecto con el cierre del último Congreso (de mayoría demócrata)», coincidió con la llegada de los republicanos al Parlamento, la fuerza política adversa a la administración de Barack Obama que obtuvo la mayoría en los comicios legislativos de noviembre de 2010.

ULTRADERECHISTAS AL PODER

La nueva correlación de fuerzas en el Congreso, que desfavorece al partido de Obama, incluye la entrada de la ultraderechista cubano americana, Ileana Ros-Lehtinen, a la presidencia del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.

Ros-Lehtinen, quien fue elegida como presidenta gracias a la campaña que dirigió para la liberación de las celdas de inmigración del terrorista internacional Orlando Bosch, aseguró que haría «todo lo posible por aislar» a los países progresistas, que considera «enemigos» de Estados Unidos.

Su posición en contra de los gobiernos de izquierda en la región ha sido puesta en evidencia en repetidas ocasiones. De hecho, el año pasado año, Ros Lethinen estuvo al frente de un congreso que convocó a golpistas, terroristas y prófugos de la justicia de derecha, con el objetivo de «buscar mecanismos para frenar» los cambios que se adelantan en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua.

«Las implicaciones de esta nueva realidad exigen que Estados Unidos ejecute políticas efectivas y responsables hacia el hemisferio que adelanten los intereses del país»», declaró Ros Lehtinen en esa oportunidad.

Además de Ros Lehtinen, el Congreso cuenta la presencia en puestos clave de otros personajes como el legislador conservador, Connie Mack, quien el pasado jueves manifestó que una de sus «metas» principales en la subcomisión para el hemisferio occidental de la cámara baja será incluír a Venezuela en la lista de países que patrocinan el terrorismo.

¿OBAMA RETROCEDE?

La postura reaccionaria de los congresistas republicanos contrasta con el acercamiento cordial que el fin de semana pasado propiciara la Secretaria del Departamento de Estado, Hillary Clinton, con el mandatario venezolano durante los actos de investidura de la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

Según Washington y Caracas, en esa conversación «amena e informal», Clinton planteó el tema de Palmer y Chávez pidió la rectificación de la Casa Blanca para tratar de mantener relaciones respetuosas entre ambos países.

La respuesta positiva de Clinton pareció llegar el lunes, cuando Crowley anunció que Washington buscaría una nueva nominación.

Sin embargo, en Washington, el gesto de la Secretaria de Estado fue criticado por el congresista Mack, quien consideró que «el estrechón de manos y los chistes de Obama sobre desviar el avión presidencial para visitar a su amigo Hugo Chávez me dicen que este gobierno no le da la debida importancia a la seria amenaza que Chávez representa para nuestra nación».

«Clinton y Obama deberían dejar de mimar a terroristas y dejar de negarse a incluir a Venezuela en la lista de estados que patrocinan el terrorismo»», agregó Mack.

Tal fue la arremetida en contra del acercamiento entre Clinton y Chávez, que dos días después -tras la toma de posesión de los republicanos- Crowley afirmó que la administración de Obama mantendría a Palmer como candidato para ocupar la embajada.

Por ahora, Estados Unidos sólo tiene en Caracas al encargado de negocios, John Caulfield, y retiró la visa de embajador al representante de Venezuela en Washington, Bernardo Álvarez, tras el anuncio del Gobierno Bolivariano de no aceptar a Palmer en el país.

HISTORIAL DE PALMER

A finales de julio de 2010 y sin haber sido aceptado como embajador en Caracas, Palmer respondió un «cuestionario» del Senado norteamericano en el que difamó a las Fuerzas Armadas venezolanas al señalar que el componente militar del país tenía «baja moral».

Esas señalamientos injerencistas fueron rechazados inmediatamente por el Gobierno venezolano, ya que violaban los estatutos del Convenio de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que prohíben la intervención en asuntos internos por parte de los diplomáticos extranjeros en los países anfitriones.

Esta posición se mantuvo hasta diciembre, cuando Caracas decidió retirar definitivamente el beneplácito a Palmer para ejercer funciones diplomáticas en el país.

Fuente/AVN