Los residentes de Beijing fueron llamados hoy a sustituir fuegos artificiales por flores u otras formas de luces electrónicas durante las fiestas por el nuevo año lunar para evitar la contaminación del medio ambiente, ya complicada en estos días.
La tradición ancestral es que en los días en que se recibe el nuevo año, que en esta ocasión se inicia el 31 de enero, se utilizan muchos fuegos de artificios y ruidosos cohetes para espantar los malos espíritus y la mala suerte y, de esa forma, asegurar el bienestar de la familia en los meses que se avecinan.
En esta ocasión los chinos dan la bienvenida al Año del Caballo y despiden el de la serpiente, es decir un noble animal sustituirá otro inteligente pero peligroso.
La práctica milenaria de hacer estallar sin tregua todo artefecto de pirotecnia durante horas enrarece el aire de esta capital y de numerosas regiones de China que sufren por estos dias una intensa contaminación.
La nuve toxica es provocada por las emisiones dañinas de la quema de carbón para la calefacción, las emanaciones de los vehículos motores y las industrias, asi como otras muchas fuentes que las autoridades tratan de controlar.
Una exhortación a renunciar a esta costumbre fue emitida hoy por la Asociación de Consumidores de Beijing, que recordó que el pasado año la quema indiscriminada de estos cohetes y fuegos artificiales ocasionaron que los niveles de las peligrosas partículas PM2.5 llegaran a niveles alarmantes.
El índice normal de estas partículas, que por su pequeñez ingresan con facilidad en los bronquios, es de 35 microgramos por metro cúbico, y el pasado año durante las fiestas sus niveles sobrepasaron los 500, una cifra que se reportó la pasada semana en Beijing sin el uso de fuegos artificiales.
Las autoridades de la capital, por su parte, adelantaron que suspenderán la quema de esos artilugios si los índices de contaminación se mantienen en límites de peligro.