Es una batalla casi sin descanso la que está dando el pueblo venezolano a diario. Por estar en medio del huracán, no tenemos una verdadera dimensión del tamaño de esta gesta sobrehumana que significa la resistencia de nuestro pueblo ante la brutal guerra económica-psicológica a la cual es sometido.
Es obligación del Gobierno Bolivariano y sus líderes desvelar por todos los medios posibles las dimensiones y significados de la guerra económica-psicológica que ha desarrollado la oligarquía venezolana con el imperialismo y sus aliados internacionales.
La guerra económica-psicológica contra el pueblo venezolano para derrocar al Gobierno Bolivariano, al presidente Nicolás Maduro, ha dejado sufrimientos, heridas y muertes.
Insistiremos: en esa guerra impulsada por la oligarquía, apoyada por sus medios y partidos opositores es el pueblo el que ha puesto los muertos y sufre el deterioro de su calidad de vida.
Por ello sugerimos, primero: analizar, revisar y diagnosticar nuestra política comunicacional incorporando a factores aliados pero ajenos a la gestión comunicacional del Gobierno.
Segundo: hacer un riguroso esfuerzo -sistemático, envolvente- de comunicación y formación, para que la resistencia de nuestro pueblo tenga mayor fuerza y conciencia.
Tercero: sincronizar la praxis revolucionaria, es decir, tiene que haber una acción o conjunto de acciones y contenidos eficaces, coherentes con la situación-contexto (guerra no convencional, impactos socio-emocionales, etc.) entre lo que se dice y lo que se hace.
Cuarto: todas las acciones deben tener como resultado una mejor organización y calidad cognitiva.
Quinto: mejorar y ampliar los canales de participación del pueblo en la defensa, conducción y conservación de las Misiones.