Por Marcelo Barros|Restaurar la dignidad de la política (Opinión)

Para las comunidades cristianas y movimientos sociales marzo es el mes que nos recuerda el martirio de monseñor Oscar Romero que, en marzo de 1980, dio su vida por los pobres de El Salvador. El papa Francisco removió los obstáculos puestos en Roma en contra de su canonización. Sin embargo, es siempre necesario retomar su mensaje profético. En el momento actual que vivimos en América Latina y el Caribe, más que nunca, tenemos que restaurar una frase que Romero decía: «Es necesario rehabilitar la dignidad de la política.»

Ya en la antigüedad, cuatro siglos antes de Cristo, en Atenas, el filósofo Aristóteles define al ser humano como «animal político». Con eso, quería decir que una mujer y un hombre solo se hacen plenamente humanos en la convivencia social. La vocación del ser humano es hacerse capaz de salir de sí mismo para cuidar de lo que es común a todos. Hasta hoy, la sociedad aun tiene dificultad para entender esto. En la mayoría de las naciones hay una democracia representativa, pero la noción de ciudadanía todavía no se ha universalizado. Y sin democracia económica, ¿como garantizar una verdadera democracia social?

En América Latina, algunos países, como Venezuela, Bolivia y Ecuador, tienen nuevas Constituciones que garantizan formas de democracia participativa y popular que complementan la democracia parlamentaria y ayudan al Gobierno en un diálogo más directo con la sociedad.

En este mes, al hacer memoria de Oscar Romero, es bueno recordar lo que él enseñó: «…la verdadera Política es la actividad humana más noble y profunda, como forma de cuidado de la sociedad para cada uno de sus ciudadanos. La sociedad es sana en la medida que se fundamenta en la solidaridad con los más vulnerables, rescata la sacralidad de la palabra y propone un proyecto social y político para todo un país y no solo para un partido de élite”.

Hoy, es cierto que Romero propondría como uno de los elementos de una política digna el bolivarianismo y su proyecto de integración latinoamericana y caribeña.

Hasta hoy muchos cristianos aun no unen el compromiso social y político a la fe y a la espiritualidad. En su tiempo, el papa Pablo VI enseñó que la política, ejercida sobre la base de la justicia y la ética social, es la forma más perfecta del amor evangélico. En la actualidad el papa Francisco insiste en que la solidaridad y la misericordia son las expresiones más profundas de la intimidad con Dios. En el Evangelio, Jesús dijo: «Buscad antes que todo la realización del proyecto divino (reino de los cielos) y su justicia y todo lo demás vendrá por añadidura » (Mt 6, 33).

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Es cierto,hoy abundan los politiqueros demágogos y oportunistas,el pais esta cansado de tanta politiqueria barata,panfletaría de esos discursos grandilocuentes y rimbonbantes,ofensivos y antipedagogicos.El Papa Francisco dijo:Los pastores tienen que oler a ovejas.Si trasladamos esto al hecho político ub reolucionario tiene que ser:Honesto,humilde,con moral,que enseñe más con su testimonio de vida que con las palabras,entender su militancia revolucionaria como un apostolado,ser pueblo oler a pueblo.