Por Marcel Roo|Retos electorales (Opinión)

Argentina celebra este domingo 27 unas elecciones parlamentarias muy importantes, que van a definir la posibilidad de profundizar las transformaciones iniciadas por Néstor Kirchner y continuadas por Cristina Fernández.

Como es obvio, la profundización de esa política va a depender de que las fuerzas que sirven de sustento al llamado kirchnerismo obtengan la mayoría de los votos en dichos comicios.

En Argentina la oposición, que apuesta a lo contrario, está muy fragmentada y se guía más por el odio visceral contra Cristina Fernández que por el debate de ideas y principios, tal como el antichavismo se comporta en Venezuela.

El país sureño ha atravesado por lúgubres etapas: primero una dictadura que rompió todos los récords de criminalidad y luego una no menos tenebrosa democracia neoliberal signada por la corrupción y entrega del país al capital transnacional.

En realidad se juegan dos visiones: la de los que quieren volver a ese pasado y la de quienes prefieren continuar por el sendero de la soberanía política y económica, que además brinda -en el plano internacional- un apoyo indiscutible al proceso de integración regional que irrumpe con fuerza contra la hegemonía imperialista.

Otro país del cono sur, Chile, va a elecciones presidenciales y parlamentarias el próximo 17 de noviembre, donde ya se asegura una derrota de la derecha frente a la opción de la candidata de la coalición Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, quien tiene ante sí retos importantes.

Partidarios y analistas políticos centran sus expectativas en que expresidenta Bachelet desarrollará un gobierno distinto al de su primera gestión y entre sus medidas reformará la ley de Educación para recobrar la gratuidad de la enseñanza, como lo ha prometido en su campaña electoral. Ojalá cumpla su palabra.

En Honduras, habrá elección presidencial el 24 de noviembre, con la opción de triunfo para la candidata del partido Libertad y Refundación, Xiomara Castro, convertida en la esperanza de la izquierda y los sectores progresistas víctimas de la traición de los militares y civiles que derrocaron al gobierno de Manuel Zelaya.

Y, para cerrar la jornada electoral latinoamericana, Venezuela convocará a sus habitantes para el 8 de diciembre, donde dos opciones, una retrógrada y otra de avanzada, se disputarán los votos. De ello comentaremos más adelante.