El Consejo Nacional de Transición (CNT) decidió este viernes retrasar el entierro de Muammar Al Gaddafi con el pretexto de determinar una «tumba adecuada», mientras la esposa del exlíder solicitó investigar las circunstancias de su muerte.
Ante la avalancha de críticas y reclamos por la evidente ejecución extrajudicial de Al Gaddafi, el autoproclamado ministro de Petróleo en el CNT, Ali Tarhouni, afirmó que el cadáver del exmandatario podría conservarse en una cámara refrigerada «por unos días».
La decisión, que contraviene la tradición islámica de sepultar antes de las 24 horas posteriores al deceso, tiene el propósito de «asegurarnos de que todos sepan que murió», comentó Tarhouni.
Según explicó a periodistas, todavía no se ha tomado la decisión de dónde enterrar al líder libio, aunque siguiendo la tradición de que preferentemente se sepulte a un musulmán en el mismo lugar donde expiró, es previsible que sea un sitio secreto de Misratah.
Medios libios aludieron a una disputa entre los jefes del CNT y comandantes militares de esa localidad costera que creen les asistía el derecho de decidir dónde dar sepultura al exgobernante, sobre todo porque lo capturaron en Sirte y luego lo asesinaron.
Al Gaddafi fue apresado el jueves en la mañana en Sirte cuando iba en una caravana de carros con su hijo Muatassim, su ministro de Defensa, Abubakr Yunnus (ambos también ejecutados ayer) y su portavoz Moussa Ibrahim, luego de ser bombardeada por aviones de la OTAN.
Varias imágenes filmadas con teléfonos móviles por sus captores evidencian que lo apresaron vivo y forcejeó con varios de ellos, tras lo cual se le vio con el rostro ensangrentado y varias heridas.
Las dudas se disiparon este viernes cuando un médico examinó el cuerpo inerte en una cámara frigorífica de un mercado de Sirte y comprobó que recibió un disparo en la sien, además de otras heridas de bala y rasguños, según personas que pudieron ver el cuerpo.
El cadáver fue mostrado a combatientes ayer y hoy después de ser lavado, como manda el ritual fúnebre islámico, y se apreciaban un balazo en la cabeza, un gran hematoma y otras lesiones.
Por otro lado, tras descartarse la muerte en combate o por el aludido bombardeo de la OTAN, la esposa de El Gadafi, Aisha, pidió a la ONU que encargue investigar las circunstancias del asesinato.
El dirigente del CNT Mohamed Sayeh aseguró que autoridades vendrán desde fuera de Libia para realizar todo el «papeleo» concerniente a la muerte del exmandatario, y reiteró que el sepelio será «privado y con respeto, de acuerdo con los preceptos islámicos».
Tarhouni, entretanto, dejó entrever la posibilidad de que la promesa del CNT de que en ocho meses se redactaría una nueva Constitución y convocaría a elecciones podría demorarse mucho más.