Artículo de J. A. Rodríguez Estévez| Revolución a pedales (Opinión)

Temprano en la mañana, Coromoto echa a rodar su bicicleta y llega pedaleando desde la Parroquia El Valle hasta su trabajo en el centro de Caracas. Al igual que ella, muchas caraqueñas y muchos caraqueños apuestan cada día por el ciclismo urbano como medio para satisfacer sus necesidades de movilidad, en una ciudad convertida en estacionamiento en plena hora pico.

Desplazarse en bicicleta constituye para ellas y ellos un acto liberador y transformador: sortean el tráfico que atrapa al Homo automobilis y reivindican un espacio del que se ha apropiado el automóvil. Usar la bicicleta para acercarse hasta el lugar de trabajo o la casa de estudios, el centro comercial, la oficina del banco o la biblioteca, entrar con ella donde no le está permitido, pero sí a un chimpancé con tricota a rayas, como escribía Cortázar, es además un acto de rebeldía.

Hacer sostenibles los medios de los que se vale la población para satisfacer sus necesidades de movilidad en el espacio urbano requiere adoptar medidas que deben incidir sobre la accesibilidad, sea mejorando los atributos de los desplazamientos o reduciendo las distancias que se han de recorrer.

Fortalecer el sistema de transporte público, introduciendo líneas BRT como las de BusCaracas, o disponer ciclovías que segregan del resto de la vialidad un trazado por el que transitar con seguridad en bicicleta, como la que recientemente se inauguró en la Avenida Bolívar son medidas que inciden sobre la mejora de los atributos de los desplazamientos.

Acortar las distancias que separan a los individuos de los lugares en los que satisfacen sus necesidades y deseos, supone repensar el modelo de ciudad y reescribir el diálogo entre personas y espacio urbano. Ésa es una tarea de mucho mayor calado.

Entretanto, el pueblo organizado no espera y fuerza un discurso propio para relacionarse con y en el espacio urbano, un espacio que sin la concurrencia de especialistas que prescriban cómo ha de usarse y entenderse, el pueblo reinterpreta en sus dimensiones física y social.

Es otra de las expresiones en las que se manifiesta la Revolución, el legado del comandante Hugo Chávez: ¡no esperen por nadie, tómenlo! Y es así que nacen ideas como la que dio origen al Movimiento Revolucionario de Ciclistas Urbanos (MRCU), ciudadanas y ciudadanos organizados que hacen de la bicicleta más que un medio de transporte, un instrumento de transformación social.

joan.rodes@gmail.com
Caracas
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