Ricardo Menéndez: Es fundamental resolver los problemas políticos para avanzar en el plano económico

Para el ministro de Planificación se inicia una nueva etapa que, a pesar de arrastrar las heridas de la guerra económica de los últimos siete años, se apoya en las fortalezas históricas de la Revolución Bolivariana

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Para el ministro del Poder Popular de Planificación, Ricardo Menéndez, el mensaje anual a la nación del presidente de la República Nicolás Maduro ante la Asamblea Nacional (AN) el martes 12 de enero, “marca un hito en la historia contemporánea del país”, que, en su opinión, quizá fue nublado por las batallas cotidianas que impidieron apreciar la importancia de lo expresado por el Mandatario.

Menéndez considera que con el discurso presidencial se cierra un periodo de siete años. De este destacó varios aspectos: el primero, “la visual de hablar como país, de hablar de manera integral” sobre los intereses supremos de la nación, aquellos que “son transversales a todos nosotros”.

En entrevista concedida al Correo del Orinoco, el ministro destacó que en los últimos siete años los venezolanos habitaron un país con características anómalas, con sectores que embistieron contra aquellos elementos “que nos identifican como pueblo, que simbolizan nuestra condición de nación”.

Uno de esos aspectos fracturados, especialmente después del resultado electoral del año 2015, es “el dejar de asumir la democracia y el respecto a las instituciones como un parámetro transversal”. Otro punto fue “el irrespeto a la condición bolivariana”, cuyo ejemplo más claro es el recuerdo de integrantes de la bancada opositora sacando el retrato de Simón Bolívar de la sede del Parlamento.

Otro de los elementos calificados por el ministro como paradigmático es la solicitud de una intervención militar y el bloqueo económico del país hecha por miembros de la derecha nacional.

A juicio de Menéndez, durante el último septenio un grupo de opositores conspiró para “subastar de manera particular” el territorio esequibo, cuya defensa es uno de los factores culturales en el que coinciden la mayoría de los venezolanos.

“Es decir”, agrega el ministro, “esos siete años (…) han estado signados por la ruptura de la posibilidad de encuentro como país y es por eso que el hito que plantea el Presidente es: hablemos como venezolanos hablemos como país y después vemos electoralmente, que es los que ocurre, pero regresemos a la visión integral de nuestro país”.

La muerte del comandante Chávez hizo pensar a mucho de sus adversarios que era el momento para hacerse con el poder en el país y erradicar el chavismo de Venezuela y de América Latina. Para lograr este sueño, la oposición diseñó una estrategia que comenzó a aplicar en el año 2013 con las primeras perturbaciones del abastecimiento de alimentos y otros productos, de los servicios y posteriormente con violencia en las calles con las guarimbas.

Recordó que en todo 2014 hubo guarimbas en el país promovidas por sectores de oposición. Ese mismo año, el 12 de febrero arrancó el plan denominado La salida, que proclamaba que era “insostenible la situación de violencia en las calles de Venezuela, por lo tanto hace falta una intervención internacional”.

“Año 2015: arranca el estrangulamiento económico del país, que tiene un hito importante en el decreto de Obama de declararnos como una amenaza. Empieza la operación tenaza, empieza la agresión desde el lado del Esequibo, comienzan en septiembre las perturbaciones sobre la moneda generadas desde Cúcuta, propiciadas por el Banco de la República de Colombia que avalaba la disparidad cambiaria entre Bogotá y la ciudad fronteriza. También se inicia la tasación de la moneda en Miami, es decir hacer aguas el bolívar”, asevera.

El jefe de la cartera de Planificación destacó otro componente del entramado de agresiones: las acciones que buscaban socavar las bases materiales del país, la capacidad del Gobierno Bolivariano para distribuir la renta, y como consecuencia, y que, según la hipótesis de la derecha, generaría una crisis humanitaria, que tenía, y tiene, como ya se dijo, un objetivo central: provocar una intervención internacional.

Para Menéndez es imperativo que los venezolanos no olvidemos que la guerra económica tiene sus raíces en el final de 2012 y comienzos de 2013, lapso en el que se dieron las primeras perturbaciones en la moneda y en los precios. “Algunos pretenden decir que la guerra económica no existe y que las sanciones no han tenido impacto porque los problemas económicos son de antes de noviembre del año 2017. Lo que pretenden decir con eso es que es un problema de gestión, y más allá, que es un problema del modelo socialista lo que causa los problemas económicos del país, lo que buscan es atacar la psique, atacar la moral de la gente y pretender poner en el banquillo de los acusados el modelo socialista”, manifestó.

HUELE A AZUFRE

El ministro resalta una constante en estos siete años que apunta a debilitar el modelo revolucionario de protección social implementado en Venezuela. “Por eso es tan importante la intervención del Presidente el martes 12 de enero, porque busca cerrar una etapa, y es fundamental para todas las venezolanas y todos los venezolanos resolver el tema político porque el problema económico ha sido creado por el tema político”, afirma Menéndez, quien además hace hincapié en el protagonismo del imperialismo norteamericano en las dificultades económicas que a diario debe sortear la población venezolana.

En relación a la decisiva participación de Estados Unidos en la organización de las agresiones contra Venezuela, el ministro quiso recordarles a los lectores algunas sentencias que han marcado la historia reciente del país.

Barack Obama: “Si no tuviéramos esa dosis de realismo no alcanzaríamos nuestros objetivos, tenemos el ejército más fuerte del mundo y en ocasiones tenemos que torcerle el brazo a los países si no quieren hacer lo que queremos a través de métodos económicos, diplomáticos y a veces militares”. (2014)

Elliott Abrams: “Esto de atacar al chavismo es sencillamente para nosotros una guerra de sobrevivencia, y la imposición de una razón que debe prevalecer sobre las demás porque de otros modo debemos admitir y dando campo para que se nos destruya. Imagínense señores representantes (Cámara de EEUU) por un segundo que nosotros dejáramos gobernar a los chavistas sin ponerles trabas, sin hacerles la guerra, dejándoles hacer sus proyectos sociales sin tomar en cuenta nuestras empresas y socios, siendo que los valores nuestros han sido los suyos por caso 200 años (Doctrina Monroe). Entonces, ¿vamos acaso a permitir que en Venezuela sea exitoso el socialismo?, ¿pueden ustedes creer lo que eso provocaría en toda la región de América Latina?, ¿pueden imaginarse lo que representa construir tres millones de viviendas? ¿Cuál sería el destino de nuestro modelo si no intervenimos allí en los proyectos de salud, educación, en la formación de sus militares y en la adquisición de los elementos para su defensa? ¿Vamos entonces a permitir que en ese país triunfe el socialismo, un sistema al que le hemos venido declarando la guerra desde que nos constituimos en democracia libre, en el libre mercado? Por lo tanto el que no esté con nosotros debe pasar por las más dolorosas privaciones, las más terribles inseguridades, las más penosas necesidades”.

“A confesión de parte, relevo de prueba”, sentencia Menéndez.

Explica que esta guerra contempla la disminución de los ingresos del país, obstáculos para acceder a las fuentes de endeudamiento y el desangramiento de la nación mediante el aumento del riesgo país y el pago de deudas.

ESCUDO

Para refutar al argumento de quienes quieren endosarle al proceso bolivariano toda la responsabilidad sin considerar otros factores de origen interno y externo, el vicepresidente de Planificación se apoya en las premisas del socialismo, un sistema que promueve el desarrollo del ser humano, lo que en el proceso bolivariano se constata con: 76% del presupuesto del periodo 20202-2021 dedicado a la protección social, es decir, a atender, entre otros sectores, a 5,1 millones de pensionados y a garantizar la salud, la vivienda y la educación.

La ecuación se despeja a favor de la Revolución cuando se analiza “a dónde nos quería llevar la derecha extrema y dónde estamos hoy”. En este sentido, el ministro aportó algunos datos: en los primeros años de este proceso de cambio fueron alfabetizadas 1,5 millones de personas, una cifra positiva contraria a los 2,4 millones de analfabetas que habría en el país sí las acciones opositoras hubiesen tenido el éxito esperado por ellos. La posibilidad de estudiar de niñas, niños y adolescente era de siete años, ahora se mantiene en 10 años como consecuencia del incremento en la matrícula (población que asiste a los centros de estudios) en el sistema público, que actualmente se ubica en 84%.

En 1999, cuando el comandante Hugo Chávez asumió las riendas del país, la tasa de desocupación se ubicaba en 15,3%. A partir de ese momento la línea inició un descenso constante con algunas perturbaciones (picos) que coinciden con periodos marcados por acciones desestabilizadoras de la oposición. Es la situación de los años 2002 y 2003 (golpe de Estado y sabotaje petrolero) y luego 2009 y 2010. Posteriormente, la curva reanudó el descenso hasta que en 2019 y 2020 se observan nuevos picos como consecuencia de la guerra económica y la pandemia. El índice de desocupación en el primer semestre del año fue de 8,8%. La desocupación juvenil (de 15 a 24 años) pasó de 32,1% en 2003 a 17,1 en 2020.

“Antes de la Revolución éramos 900.000 trabajadores que teníamos nivel técnico y universitario, y hoy son casi 5.000.000 de trabajadores” con este estatus, agregó Menéndez.

A las pensiones, de jubilación el proceso bolivariano ha logrado incorporar a 5.000.000 de personas, un gran logro de las políticas de inclusión revolucionarias si se considera que de no existir la estimación de venezolanos sin este beneficio sería aproximadamente de 4.000.000.

“Con todo y guerra” el país hoy cuenta con 26.500 establecimientos de salud, un número significativamente superior a los 5.000 que dejó la Cuarta República. En vivienda, el hito actual se ubica en más 3.400.000 hogares construidos solamente por la Gran Misión Vivienda Venezuela.

“Todos estos datos significan la contención que hace el modelo, significan que hay un modelo que protege (…) consecuencia de la fortaleza generada durante todos estos años para contener la arremetida opositora”, sentencia el ministro.

UN EJEMPLO, UNA ALTERNATIVA

Menéndez precisa que el Mandatario Nacional no llegó a la Asamblea Nacional como un caballo de Troya ni con la intención de recitar un discurso para promover la intervención de un país, por el contrario, considera que así como se debe aclarar el escenario político, la reinstitucionalización de la AN es una tarea sin prórroga, y la presencia del Presidente de la República en la sede del Poder legislativo es parte de este proceso transformador.

Para dar un ejemplo de las atrocidades cometidas por la gestión legislativa anterior, el ministro plantea una pregunta que apunta a la cotidianidad de todos los habitantes del país: ¿dónde están las inversiones para el sector electricidad?

“¿Acaso parte del dinero para las inversiones en electricidad no vienen del Banco Interamericano de Desarrollo y los convenios con la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina, antiguamente Corporación Andina de Fomento)?, y sencillamente la oposición decidió desconocer la representación legitima del Gobierno y se congelaron los fondos. Se congelaron más de 1.300 millones de dólares en fondos para electricidad y agua como consecuencia de la acción de la oposición para (luego) comenzar a hablar de la crisis de los servicios”, recordó Menéndez, quien no tiene problemas para admitir que hay crisis de servicios públicos en Venezuela, pero invita a todas y a todos a buscar “la génesis” de este problema en particular.

Menéndez se hace eco de las palabras del Mandatario Nacional, que invitó a los revolucionarios a asumir los problemas coyunturales del país y resolverlos, a conversar sobre temas de relevancia como las heridas abiertas por esta guerra económica y sus desafíos. Igualmente, instó a hablar con crudeza de estos problemas. Por ejemplo, el del salario, su rendimiento, la capacidad del poder adquisitivo. Este es un problema que afecta a las familias venezolanas y que forma parte de los fundamentos de la tesis planteada por el Presidente: “Hemos tenido un estado de bienestar socialista que ha sido atacado por parte de estos sectores de oposición en el país”.

El ministro vuelve a apoyarse en las ideas de Maduro, y asegura que los temores del imperialismo sobre Venezuela, basados “en su visión retorcida de la humanidad, tienen fundamento: “Nosotros somos un ejemplo, representamos una alternativa”.

En este sentido, recordó que el Jefe del Estado dedicó casi un tercio de su discurso a la pandemia, y señaló que Venezuela, siendo un país al que le secuestran los recursos para comprar medicina, vacunas e implementas médicos, y en medio de esta situación tratan de invadirlo (operación mercenaria Gedeón), aun así “pueda mostrar las cifras que presenta fruto de la reivindicación de la salud pública, de la gratuidad, la concepción territorial del modelo de Estado, y que eso se contraponga a (lo que ocurre en) países como Brasil, Colombia y Estados Unidos”. “Esto es una demostración de las virtudes de un modelo”.

ESTIGMAS DE LA GUERRA

Para el ministro, el final de una etapa de siete años y el inició de un nuevo periodo tuvo su inflexión el 6 de diciembre de 2020, cuando las venezolanas y los venezolanos decidieron elegir una nueva Asamblea Nacional como paso fundamental para la reinstitucionalización de los poderes en el país.

“Hemos dicho que el resolver la adversidad política va a ser fundamental para (solucionar) las de tipo económico porque las relaciones de causalidad para que existe el problema económico (…) vienen de un sector que decidió sabotear el país”, reiteró, y pidió no olvidar que “un señor que se llama Julio Borge salió a pedir a todos los países del mundo que bloquearan a Venezuela”.

“No se nos olvide que a esta gente que conspiró y que hizo esta aventura tienen más de 1.200 millones de dólares en supuesta ayuda humanitaria que no ha llegado a Venezuela. Tampoco podemos olvidar nunca que son ellos los que nos han hecho perder, nada más que por producto interno bruto, más de 116.000 millones de dólares, nos han llevado que nuestra industria petrolera no produzca 102.000 millones de dólares (…) y en el exterior tiene el equivalente a todos los recursos que nos hacen falta para un año de CLAP (…), para la industria farmacéutica nacional”, enfatizó.

“En la historia nada es un telón que baja y sube y aparecen los siguiente”, de ahí que el nuevo periodo anunciado por Menéndez traerá como marcas de nacimiento las consecuencias de los años previos, sus desafíos, los retos de avanzar sobre el modelo socialista, construir más que retrogradar hacia el modelo capitalista, “aprovechar y adecuar ante la adversidad para seguir avanzando en el Plan de la Patria”.

Los desafíos del Gobierno se centran en el bienestar de la población, es decir, impulsar, blindar, sostener, reinventar y profundizar con mayores niveles de eficiencia el Sistema de Misiones. Además, el incremento de la frecuencia de suministro y cantidad de los CLAP y el fortalecimiento del sistema de salud y el de educación.

T/ Romer Viera Rivas
F/ MPPP
Caracas