Richard H. Thaler fue premiado con Nobel por sus estudios sobre economía conductual

El estadounidense ha estudiado como la psicología humana influye en la toma de decisiones y en los resultados de los mercados. Aportó conceptos como la racionalidad limitada, las preferencias sociales o la falta de autocontrol, vitales para la economía del comportamiento

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El estadounidense Richard H. Thaler ha sido galardonado con el Premio Nobel de Economía 2017 por su aportación a la economía conductual, esto es básicamente, la comprensión de las decisiones económicas mediante el estudio de las tendencias cognitivas y emocionales de las personas.

El galardón del Banco de Suecia reconoce su trabajo sobre la aportación de la psicología a las ciencias económicas. Sus investigaciones demuestran que las decisiones no siempre obedecen a criterios de sentido común, sino que también entran en juego variables psicológicas que las desvían de un comportamiento económico racional.

Thaler, de 72 años, investigó cómo las preferencias sociales o la falta de autocontrol de los ciudadanos afectan tanto a sus decisiones individuales como a las tendencias del mercado, según explicó un cable de la agencia EFE.

Los economistas suelen asumir que las personas tienen buen acceso a la información, pueden procesarla sin problemas y llevan a la práctica sus decisiones buscando una ganancia personal. Sin embargo, existen muchas discrepancias entre esas teorías y lo que luego ocurre. No siempre existe un comportamiento racional. Y, a veces, incluso influye el sentido de la equidad.

«Thaler ha contribuido a expandir y refinar el análisis económico al considerar tres rasgos que sistemáticamente influyen en las decisiones económicas: la racionalidad limitada, la percepción de justicia, y la falta de autocontrol», subraya el jurado del premio en Ciencias Económicas que concede el Banco de Suecia en memoria de Alfred Nobel.

CONSTRUIR PUENTES

Sus hallazgos han sido fundamentales para unir puentes entre economía y la psicología, en especial para crear el nuevo campo de la economía del comportamiento, que se está expandiendo rápidamente y que ha tenido un profundo impacto en muchas áreas de la investigación y política económica, asegura el fallo hecho público por la Real Academia Sueca de las Ciencias este lunes.

Thaler fue uno de los fundadores del campo de la financiación conductual, que estudia cómo las limitaciones cognitivas influyen en los mercados financieros. Desarrolló la teoría de la contabilidad mental, explicando cómo las personas simplifican la toma de decisiones financieras, mediante la creación de cuentas separadas en sus mentes, centrándose en el impacto de cada decisión individual en lugar de en su efecto global.

También mostró cómo el miedo a las pérdidas puede explicar por qué las personas valoran más el mismo artículo cuando lo poseen que cuando no lo hacen (efecto dotación).

PROMESAS INCUMPLIDAS

Mostró cómo analizar los problemas de autocontrol usando un modelo planificador-hacedor, similar a los marcos que los psicólogos y los neurocientíficos usan ahora para describir la tensión interna entre la planificación a largo plazo y el hacer a corto plazo.

Además, explicó cómo las promesas de Año Nuevo pueden ser difíciles de mantener. Sucumbir a la tentación a corto plazo es una razón importante por la cual nuestros planes para ahorrar o para tomar decisiones saludables de estilo de vida a menudo fracasan.

En su trabajo aplicado, Thaler demostró cómo el empujón -un término que acuñó- puede ayudar a las personas a ejercer mejor autocontrol al ahorrar para una pensión, así como en otros contextos.

El economista estadounidense y sus colegas idearon asimismo, el juego denominado del dictador, una herramienta experimental que se ha utilizado en numerosos estudios para medir las actitudes hacia la equidad en diferentes grupos de personas en todo el mundo.

También examinó cómo las preocupaciones por la equidad de los consumidores pueden impedir que las empresas suban los precios en períodos de alta demanda, pero no en tiempos de aumento de los costes.

T/ Agencias
F/ EFE
Estocolmo