DE TROVA Y PROSA
POR: FREDDY FERNÁNDEZ
____________________________________________________________
Quizá muy pocas cosas hayan dado motivo a tantos chistes como las ideas del desarrollo endógeno y más la de de los gallineros verticales.
Prepotentes y sobrados, como hemos sido siempre, no entendimos el sentido de estas ideas impulsadas por Chávez. Algunos habrán intentado aparentar que las asumieron, otros buscaron la perspectiva de hacer negocios personales sobre la base de aprovechar los conceptos para desviar los recursos.
¿Cómo sería nuestra situación actual si en lugar de reírnos de ellas las hubiésemos tomado en serio y hoy formaran parte de nuestra realidad?
Ninguna de ellas debe ser vista hoy como una idea aislada o como una piedra sin propósito lanzada al aire. Había mucho más. El conuco, la agricultura urbana, producción de vehículos, celulares, computadoras, medicinas, bicicletas, papel, aprovechamiento de la petroquímica, las energías solar y eólicas, un fuerte movimiento cooperativo, las panaderías familiares y más, mucho más.
Creo de todo eso es muy poco lo que hemos logrado e intuyo que Chávez, con su profunda visión estratégica, quería que estuviéramos armados productivamente para un momento como el que nos ha sido impuesto por la guerra económica.
Cada una de estas propuestas chavistas fue inmediatamente ridiculizada y mostrada como retraso por la oposición y los medios privados. La prepotencia de nuestras filas nos impidió asumir con seriedad estas tareas.
Si todas ellas se hubieran materializado, hoy contaríamos con una base productiva mucho más sólida para hacer frente al reto que nos ha impuesto la agresión de Estados Unidos.
La costumbre de ridiculizar y dudar todavía no la hemos perdido. Recientemente vimos lo que ocurrió cuando el presidente Maduro hablo de la cría de conejos para garantizar una fuente sencilla y barata de proteínas. Hasta en España se divulgó como si se hubiese hablado de comernos a las mascotas, sin importar que en Venezuela no es costumbre tener conejos de mascotas y que en España se compra conejo en cualquier supermercado.
Reírnos es y debe ser nuestra norma, si algo nos hace felices es nuestra capacidad de encontrar humor hasta en los momentos más difíciles, pero debemos reconocer que nos hace falta cumplir las metas de desarrollo endógeno, poder y desarrollo comunal, producción de alimentos en pequeña, mediana y gran escala y la propiedad cooperativa y socialista. Son tareas que todavía tenemos pendientes, por Chávez, por el país, por nosotros.