Tres semanas después de su muerte, Juan Gabriel difícilmente «descansa en paz» y la última novedad es que una de sus propiedades fue asaltada y algunos objetos fueron sustraídos, mientras circulan versiones sobre una feroz disputa por su herencia.
La vivienda era habitada por Alberto Aguilera Jr., el hijo mayor de autor e intérprete de «Querida», fallecido en Santa Mónica, California el pasado 28 de agosto, quien había recibido autorización para habitarla.
Según los reportes oficiales, no se trata de la casa donde reposan las cenizas del ícono de la música mexicana, donde residió su madre y frente a la cual tuvo lugar hace unos días una de las despedidas luctuosas masivas que se le tributaron.
«Yo se la entregué el domingo al enterarme que junior no tenía dónde vivir. Esta casa está a mi nombre y se me hizo muy fácil en el aeropuerto, en una hoja de papel, ceder que él vivirá ahí», dijo la exapoderada legal de Juan Gabriel, Silvia Urquidi, quien dijo que la propiedad está a su nombre.
Desconocidos rompieron cadenas y candados y saquearon el inmueble, ubicado en Avenida Lerma, en Ciudad Juárez, frontera con Estados Unidos.
La exrepresentante señaló que un abogado le aconsejó protegerse del robo de ese papel para «prevenir cualquier evento».
«Es algo que no me esperaba. Es lamentable cómo se está dando. Lo que menos hubiéramos querido es llegar a esto», señaló Urquidi, quien pidió a todos los hijos del cantautor reunirse para llegar a un acuerdo sobre las propiedades que forman parte del legado de su padre porque «es lo más sano».
Urquidi ha sido acusada de tomar partido a favor del hijo mayor del cantante, que mantiene una distancia con sus otros cuatro hermanos (Iván, Jean, Hans y Joan).
De ellos, Iván es el que habría sido designado beneficiario de la mayoría de la fortuna de Juan Gabriel, que incluye 11 casas y que se calcula en unos 30 millones de dólares.
«Es momento de apoyar a Alberto Aguilera, que se haga justicia, y voy a pedir el apoyo de todos las medios para lograrlo», dijo hace poco Urquidi a una revista de la farándula llamada «Basta».
«Alberto (Aguilera, nombre real de Juan Gabriel), me dejó instrucciones de qué hacer con esas propiedades, pero primero hay que ver que le den a su hijo Alberto lo que le corresponde, y él cuenta con todo mi apoyo», afirmó la exvocera.
«No puedo hablar mucho del tema pues estamos en litigio», agregó Urquidi, quien confesó que Juan Gabriel siempre le pidió que su herencia «se repartiera de forma justa».
«A mí Alberto me pidió que protegiera a su ‘patito feo’, porque él es el que realmente lo necesita, y eso es lo que voy a hacer», expuso.
Alberto Aguilera habría dejado especificado en su testamento cómo se repartirían sus bienes, pero algunas fuentes señalan que podría ser impugnado en los tribunales.
Laura Elena Salas, en una entrevista a la televisión estadounidense, descartó cualquier disputa por la herencia de Juan Gabriel con el argumento de que él «les enseñó a mantenerse unidos y desprendidos con el dinero».
«Es mentira que sus hijos anden peleándose por unos pesos.
Jamás lo harán porque es la enseñanza de su padre», afirmó.
A unos días de la muerte de Juan Gabriel circulan por internet versiones descabelladas en torno a su muerte e inclusive han sido difundidos videos, uno de los cuales ha sido visto por millones de personas, donde se han expresado dudas respecto a si realmente falleció o fue una especie de montaje.
El argumento es que nunca se difundió una foto de su cadáver ni hubo una autopsia para certificar su muerte.
No faltan personas que aseguran haberlo visto en alguna parte, aunque aparentemente forma parte de la «juangabrielmanía» surgida tras su pérdida.
El cantante Carlos Cuevas, hermano de Aída Cuevas, también intérprete y amiga íntima de Juan Gabriel, dijo que duda al menos que la urna exhibida en el Palacio de Bellas Artes el 5 y 6 de septiembre, ante las que desfilaron cientos de miles de personas, contuviera realmente sus cenizas.
Cuevas dijo a la prensa local que sospecha que nunca las trajeron a México porque temían que algunos fanáticos las robaran y que se habrían quedado en la casa de su hijo Iván en Miami.