“Esperanza inútil /
flor de desconsuelo”
Sorprende Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para Latinoamérica de Estados Unidos, cuando desvela sus sentimientos. Es flaqueza no aceptada en una funcionaria de su nivel “estar decepcionada”. Patético. Cuando su conducta deseable es la de un inquisidor. Nos recuerda la frase: “verdugo no pide perdón”, o, “tarde piaste pajarito”.
Su decepción se debe al apoyo que certifican los países de la región a Venezuela ante las sanciones impuestas por Washington.
En palabra empobrecida, consuma violación a la lengua española por su precario uso de las leyes de nuestra gramática. Poca cosa, considerando que ellos están acostumbrados a violar cualquier ley, no serán estas leyes las que van respetar.
Ejemplo sic: “…Estuve un poco decepcionada que no hubo más (países) que defendieran el hecho de que (las sanciones) claramente no buscaban perjudicar al pueblo venezolano ni a todo el Gobierno y no explicaran, como nosotros les explicamos previamente, que el objetivo era muy, muy, limitado”.
Jacobson reconoció error: “…aunque pudo haber otras maneras de presentar el decreto, y sanciones unilaterales de Washington”, “que nunca serán apoyadas por los países de América Latina,incluso sus aliados”.
La historia del intervencionismo de EEUU en la región da la razón a los países a proceder como lo hicieron.
Al llorar su decepción y acusarnos, encarna lo mejor de la frase de J.P. Sartre los “locos son básicamente mentirosos que se dejaban cautivar por sus mentiras, el infierno son los otros, nunca ellos”.