En rueda de prensa el director de Ambiente de Pdvsa, Ramiro Ramírez, el presidente de Corpozulia, Carlos Martínez Mendoza, y el presidente del Iclam, Jorge Pedroza, explicaron este viernes las causas que originaron las fugas de petróleo en el Lago de Maracaibo desde junio pasado.
Ramiro Ramírez reveló que en un mes la Guardia Nacional Bolivariana ha decomisado casi 4.000 kilos de cobre en bruto, sustraídos del sistema de cables de la industria ubicado en el Lago, además de 45 válvulas que forman parte de las estaciones de bombeo afectadas.
“Además del saboteo que han hecho manipulando las válvulas de las estaciones de bombeo, se han dedicado a dañar las instalaciones eléctricas, robar los cables y válvulas de los sistemas de bombeo y esto ha causado las filtraciones”, detalló Ramírez.
El presidente del Instituto para la Conservación y Control del Lago de Maracaibo (Iclam), Jorge Pedroza, explicó como los 63 días del sabotaje petrolero de 2001-2002 “causaron daños a las instalaciones de Pdvsa ubicadas en el Lago; y ésta es una de las causas de las fugas que se presentan hoy, porque manipularon las válvulas, se llevaron la información sobre el manejo y ubicación exacta de las tuberías”.
Pedroza señaló que a pesar de las 1.500 toneladas de basura y residuos recogidos en el último mes con los Consejos de Pescadores, los sobrevuelos realizados por la cuenca con la Armada y Pdvsa y los recorridos lacustres, la oposición ha tratado de manipular el tema de las fugas.
“¿Por qué no dicen que por primera vez en la historia existe un Estado que respeta el ambiente; nosotros pedimos el 6 de junio a la Fiscalía que abriera una investigación para determinar las causas de la fuga, y eso nunca lo había hecho ningún gobierno?”, reclamó Pedroza.
“Ellos hablan de derrame –concluyó el presidente del Iclam- pero sólo se han registrado fugas que Pdvsa está controlando. Hace unas semanas recibimos llamadas de periodistas de The Washington Post de Estados Unidos, de El Tiempo de Bogotá y RCN de Colombia, están tratando de conectar lo que sucede en el Lago con la tragedia del Golfo de México”, que cubre más de 2.000.000 de kilómetros de extensión, mientras que las fugas del Lago alcanzan sólo 0,035 % de los 13.000 kilómetros cuadrados de extensión del Lago, como lo precisó el presidente de Corpozulia, Carlos Martínez Mendoza.
RESPONSABILIDADES
La Gobernación del estado Zulia tiene su cuota de responsabilidad en el saneamiento del Lago de Maracaibo, indicó Martínez Mendoza: “20 % de los recursos que recibe la Gobernación por Laees debe destinarse para el saneamiento de las cuencas de Mara, Guajira, Sierra de Perijá y el Lago. ¿Qué hizo Pablo Pérez con los 700 millones de bolívares que le entraron en 2009?”.
El presidente de Corpozulia aseguró que de los 700 millones de bolívares que recibió la Gobernación el año pasado se debía invertir 140 millones; y que de los 1.200 millones que entraron este 2010 no han invertido ni un bolívar.
Es por ello que el gobernador Pablo Pérez, continuó Martínez Mendoza, se ha dedicado a manipular el tema de las fugas en el Lago de Maracaibo. “¿Por qué no le muestran a la gente las 1.500 toneladas de residuos que hemos recogidos desde junio? ¿Por qué no le dicen a la gente que la antigua industria petrolera dejó 40.000 kilómetros de tuberías en el Lago, que la infraestructura de operación tiene más de 70 años de uso?”.
ANTECEDENTES
El primer incidente con el petróleo en el Lago de registró en 1922 cuando estalló el pozo petrolero El Barroso II de Cabimas: 100.000 barriles diarios se vertieron en el Lago.
El segundo evento importante fue la denuncia que hicieran en 1926 los habitantes de Lagunillas, quienes no podían consumir agua del Lago por la aparición de una mancha aceitosa en la orilla de la playa.
En 1935 empresas estadounidenses realizaron el primer canal de navegación para extraer el crudo con mayor facilidad; el proceso de salinización de la cuenca comenzó a crecer.
“En 1939 se incendió Lagunillas de agua por responsabilidad de las petroleras Shell y Exxon. Con la nacionalización de 1976 el gobierno de Carlos Andrés Pérez le pagó a las empresas 4.300 millones de bolívares por indemnización, pero ninguna de estas transnacionales respondieron por el daño ambiental que le causaron al Lago. En 1999 los sedimentos de petróleo en el Lago eran altísimos, como lo indican los registros del Iclam”, recordó Pedroza.