Rodríguez Carucci: Hay mucho por hacer para posicionar a la crítica literaria

Las décadas de gloria de la crítica literaria, especialmente aquellas que pertenecieron al siglo XX, cuando el país se deleitó con la lectura de publicaciones impresas como Sardio (1955) y El Techo de la Ballena (1961), y los suplementos de diarios como El Nacional, con su Papel Literario -que fuera dirigido por Miguel Otero Silva-; y Últimas Noticias, con su Suplemento cultural, legaron al país una trayectoria impecable de textos de un género que en la actualidad está en riesgo de desaparecer ante la ausencia de plumas nuevas que estén dispuestas a recuperarlo.

“Hay mucho por hacer para posicionar a la crítica literaria nuevamente. Actualmente, el género no tiene en Venezuela un espacio para su ejercicio constante. Durante muchos años se ha impuesto una suerte de promoción negativa en torno a ella, y ahora estamos pagando las consecuencias”, declaró a la AVN el escritor Alberto Rodríguez Carucci, homenajeado de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) y quien acaba de terminar de dictar el primer seminario de crítica literaria en la expoventa.

Acompañado de la escritora Laura Antillano y del creador Edmundo Aray, entre otros, Rodríguez Carucci abordó el fin de semana pasado los elementos básicos de la crítica: desde los inicios del ejercicio con El cojo ilustrado, hasta los grandes exponentes de las décadas de los años 1960 y 1970, e incluyó su propio trabajo, por supuesto.

“Hicimos un balance de los momentos cruciales de la literatura venezolana y latinoamericana, abordamos la revisión de la crítica con sus problemáticas, incursionamos en cómo se escribe el género con sus variantes: la crítica de cine, de televisión, de artes plásticas, y tratamos, también, la construcción de esta como texto para publicación”, explicó el escritor de origen carabobeño.

Aunque el resultado de los dos días del taller fueron positivos, Rodríguez Carucci tenía expectativas más altas en relación con la asistencia de los participantes. “El público participó, sí, pero sigue siendo muy escaso aún”, expresó el autor, al tiempo que se mostró interesado en continuar el desarrollo del seminario tanto en la Filven como en otros espacios. “Un lugar donde podría funcionar muy bien es la Universidad Nacional Experimental de las Artes y también la Universidad Bolivariana de Venezuela. Ambos podrían ser lugares muy fecundos para la discusión de estos temas”, opinó.

UN LOGRO ENTRE TANTAS DIFICULTADES

Pese a la guerra mediática y las dificultades económicas que el país ha enfrentado durante los últimos años, el Estado venezolano ha mantenido la inversión en la cultura y le ha asegurado al pueblo la oportunidad de seguir teniendo acceso al libro.

Este y otros aspectos -agregó Rodríguez Carucci- hacen que la Filven sea “un espacio ganado para el aprendizaje, el intercambio y el diálogo. Es un logro entre tantas dificultades”.

“Aunque ciertamente hay menos títulos importados, también hay una gran oferta por parte de editoriales venezolanas. Siento que hay una muy buena oferta. Pese a cualquier situación económica la gente sigue invirtiendo en el libro porque entienden que el libro es una buena inversión a futuro, es la mejor inversión posible”, explicó el creador.

Entre las novedades literarias impresas que la feria presenta este año, está Palabras de altura, editado por el Centro Nacional del Libro (Cenal), en el que Alberto Rodríguez Carucci rinde homenaje al estado Mérida.

T/ Redacción CO-AVN
F/ AVN
Caracas