Ruanda rinde tributo a los miles de asesinados en genocidio de 1994

Con una ceremonia oficial de recordación a las 800 mil víctimas de la masacre de 1994, el presidente de Ruanda, Paul Kagame, y otras autoridades nacionales e internacionales, conmemoraron  los 25 años de aquel suceso.

El gobernante, su esposa y el jefe de Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, y el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, depositaron una ofrenda floral en el monumento al genocidio, donde fueron enterrados los restos de 250 mil ruandeses asesinados en los trágicos 100 días.

Al intervenir, Kagame rememoró el hecho y se solidarizó con los que lograron sobrevivir al reconocer «la soledad y el enfado».

«Les hemos pedido hacer los sacrificios necesarios para dar a nuestra nación una nueva vida», subrayó el gobernante.

Afirmó, asimismo, que Ruanda «es ahora una gran familia», por lo cual seguimos existiendo «a pesar de todo lo hemos pasado».

El jefe de estado ruandés advirtió en el Centro de Convenciones de Kigali que quienes pretendan, sea de adentro o de afuera, meterse con nosotros «nos meteremos con ellos a lo grande» en defensa de los niños y de nuestra nación.

Mahamat, por su parte, llamó a seguir luchando contra «las ideologías negacionistas y revisionistas», en tanto Juncker consideró un imperativo «moral y político» no olvidar los hechos y congratuló a los ruandeses por su capacidad de renacer.

A la ceremonia también concurrieron el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, quien hizo uso de la palabra, junto a los gobernantes de Djibouti, Níger, Chad y República Democrática del Congo, entre otras autoridades europeas.

Esta ceremonia forma parte de una serie de actividades que este domingo Ruanda celebrará en recordación a las víctimas del genocidio, en las que está previsto, además, una vigilia nocturna en el estadio nacional de fútbol, donde miles de personas prenderán velas.

A propósito de la matanza de 1994, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, pidió a la sociedad civil, líderes religiosos y políticos aprovechar la fecha para rechazar discursos de odio y discriminación.

Les pido trabajen enérgicamente para enfrentarse a ellos y mitiguen las causas fundamentales que socavan la cohesión social y crean condiciones para el odio y la intolerancia, ponderó.

Tras los magnicidios de los presidentes Juvénal Habyarimana, de Ruanda, y Cyprien Ntaryamira, de Burundi, al ser derribado el avión en que viajaban el 6 de abril de 1994, se desencadenaron una serie de sucesos por 100 días que dieron al traste con la vida de miles de personas.

El genocidio fue calificado de limpieza étnica al perecer casi el 70 por ciento de los tutsis, además de miles de moderados hutus, que significó más del 10 por ciento de la población total del país africano.

T/Prensa Latina
F/Archivo