El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró este miércoles que no existe una solución militar para resolver el conflicto en Siria, y que el derrame de sangre en esta nación continuará si el presidente sirio, Bashar Al Assad, es derrocado.
«Aunque se derroque al Gobierno de Bashar Al Assad continuará el derrame de sangre en Siria», manifestó Lavrov en una rueda de prensa tras las negociaciones bilaterales en París (Francia) a nivel de cancilleres y ministros de Defensa.
Asimismo, enfatizó que «no existe una solución militar al conflicto en Siria (…) Occidente sueña con que alguien derroque al Gobierno de Al Assad sin asumir ninguna responsabilidad para resolver la crisis».
“Hay que hacer todo lo posible para frenar el derrame de sangre porque mientras continúan el terrorismo y las provocaciones armadas, el Gobierno seguirá reaccionando, porque es una espiral de violencia lamentablemente ya establecida”, señaló.
El ministro ruso subrayó que “en Siria continúa una guerra civil con la participación de mercenarios del lado de los insurgentes, y el flujo de mercenarios sigue cruzando la frontera siria desde países adyacentes”.
El pasado sábado, Rusia propuso una resolución en la cual pedía al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) condenar los ataques terroristas perpetrados por grupos armados en Siria durante los últimos días y por haber sido cometidos durante el alto el fuego con motivo de la festividad de Eid al Adha (Fiesta del Sacrificio). La propuesta fue bloqueada por el organismo.
Tanto Rusia como China han vetado hasta en tres ocasiones las resoluciones de Naciones Unidas contra el Gobierno sirio por la crisis que vive la nación árabe desde marzo de 2011, a causa de grupos armados que buscan abrir campo para una intervención militar seguido de la salida del poder de Bashar Al Assad.
El Gobierno de Damasco ha denunciado en numerosas oportunidades ante la ONU y la comunidad internacional que naciones como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Arabia Saudita, Qatar y Turquía son los responsables de armar y financiar a la oposición y a los grupos terroristas.